Falta de agua devasta al agro de NL: productores.

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La sequía de más de 8 meses ha condenado al campo de Nuevo León a perder 80% de los cultivos y ver morir 10% de las aves y del ganado.

De acuerdo al ex titular de la Corporación para el Desarrollo Agropecuario en la entidad, Fermín Montes Cavazos, “la situación es crítica” debido a que la carestía de agua no se vivía desde hace más de medio siglo.

“Desde hace 60 años que no veíamos una crisis tan severa en el campo en esta parte del país”, dijo Montes Cavazos.

Según la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Nuevo León produce 400 mil toneladas de cítricos, 200 mil de papa, 300 mil de hortalizas y 80 mil de granos.

No obstante, el estiaje que azota a los 611 ejidos de la entidad, dijo, ha provocado que se siembre “sólo 15 o 20% de lo planeado”.

En este precipicio se encuentra la producción de ganado y de aves, “ya que las previsiones son que muera al menos 10%”, considerando que anualmente se producen 280 mil cabezas de res, 7 millones de gallinas y 70 millones de pollos.

“Los ríos, pozos y las pequeñas presas están secos, no hay agua para mantener a los animales, tampoco se está produciendo pastura o forraje porque el terreno está árido”.

Encarecen pastura

Por ello, la paca de pastura o forraje que en 2008 se conseguía entre 15 y 20 pesos, en los últimos meses aumentó a 25 y 30 pesos.

Aseguró que debido a la burocracia con la que opera el gobierno Federal, la tesorería de Nuevo León tiene trabados 700 millones de pesos que deberían haberse invertido en el campo desde el primer trimestre de 2009.

“Finalmente ¿quién es el afectado?, pues el productor, porque estamos en agosto y no se han ejercido esos 700 millones de pesos”.

Al menos unas 27 mil familias viven de lo que se produce en el campo de Nuevo León, con ingresos promedio de mil 500 pesos mensuales; sin embargo, para ellos el dinero no es lo importante, sino tener un poco de agua sus animales.

Procampo inútil

El líder de la Confederación Nacional Campesina (CNC) en la región citrícola, Azael Cortez Aldape, aseguró que Procampo ha resultado “inútil” para ayudarlos.

“No les llegan el recursos, que porque no siembran, pero ellos están cultivando, sus tierras están trabajadas, pero como no hay agua, los frutos no se dan”.

Afirmó: “Nos enteramos por ahí que hay un latifundista que recibe 20 millones de pesos en Procampo, mientras que un campesino que tiene tres hectáreas y que debe recibir escasos 3 mil 900 pesos, no se los entregan”.

“Es donde te das cuenta de la realidad. Al jodido, más jodido y al rico, más rico y no culpo a nadie, pero se han distinguido (las autoridades) por no tratar de igual forma a los pobres”, denunció Cortez.

El líder de los ejidatarios en la región citrícola de Nuevo León, dijo: “Solicitamos apoyo para el alimento de nuestros animales, porque la situación que enfrenta el campo hacia más de 60 años que no se vivía”.

Detalló que en el municipio de Linares han muerto en promedio 10 reses por ejido, con una pérdida acumulada de más de 700 cabezas con valor de 5 mil pesos cada una.

En medio de la sequía que azota Nuevo León, la situación es grave para 3 mil 500 personas, 50% de la población del municipio rural de Linares, que carece de líquido.

El alcalde Francisco Medina Quintanilla recalcó que “la sequía es grave y la mortandad de ganado es muy alta en las comunidades. Está afectando a todos los ejidos”.

“Nos friega porque somos pobres”

Aún en medio de la zozobra que está provocando la sequía, hay quien trata de abusar de la situación y como dice los ejidatarios de la zona; de “llevar agua para su molino”.

Este es el caso de Rosalba Martínez Hernández, quien de acuerdo con los vecinos del ejido Cuauhtémoc (a 45 kilómetros de Linares), se ha hecho pasar por varios años como la lideresa de la Central Campesina Independiente (CCI) y a cambio de módicas gratificaciones les asegura facilitar el trámite de los recursos de Procampo frente a la Sagarpa.

“Viene y nos pide la cooperación, que los 200 pesos pa’ papelería, los 30 pa’ la gasolina o lo que le podamos dar pa’’ sus gastos”, denuncia Gloria Garza, quien al cabo de dos años de apoyar a Rosalba por supuestas gestiones, se dio cuenta que ninguno de los 22 ejidatarios que habitan en esta comunidad ha obtenido recursos del programa federal.

“Nos friega porque somos pobres y nadie nos escucha ni nos pelan. Aquí se aparecen los políticos cada que hay cambio (de gobierno), después ni los conocemos, no vuelven ni por las gorditas con café”. En la Sagarpa no conocen a Rosalba Martínez Hernández.