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El presidente Barack Obama anunció ayer regulaciones que endurecen las normas sobre la eficiencia en el consumo de los automóviles estadounidenses e introducen nuevas pautas para la emisión de gases invernadero, como parte de una ambiciosa agenda de reconversión económica y ecológica.
Según los nuevos estándares de consumo anunciados por Obama, las compañías automotrices estarán obligadas a construir vehículos que deberán garantizar aproximadamente 100 kilómetros por cada 6.63 litros de gasolina entre 2012 y 2016.
En la actualidad, el consumo está fijado en 8.55 litros por cada 100 kilómetros para automóviles y 9.8 litros para los vehículos SUV y los todoterrenos.
En un acto, que contó con la presencia de Arnold Schwarzenegger, gobernador de California —un estado que se ha colocado a la vanguardia en materia de reducción de gases contaminantes—, y algunos de los más importantes directores de empresas automotrices, el presidente aseguró que “durante décadas hemos hecho muy poco para mejorar la eficiencia en el consumo de carburante”.
“Si bien Estados Unidos constituye menos de 5% de la población mundial, añadió Obama, generamos casi la cuarta parte de la demanda mundial de petróleo”.
Según las cifras ofrecidas por la Casa Blanca, las nuevas normativas aunadas a la renovación del parque automotriz se traducirá en un ahorro de mil 800 millones de barriles para los próximos cinco años. Este ahorro, señaló, representa más petróleo del que Estados Unidos importa de Arabia Saudita, Venezuela, Libia y Nigeria juntos. Y, en términos de impacto medioambiental, la medida equivale a que un total de 58 millones de vehículos dejen de circular y contaminar durante un año entero.
“De ahí la importancia de este acuerdo histórico que nos permitirá no sólo romper nuestra dependencia del petróleo, sino reducir el impacto medioambiental e iniciar un proceso de transición hacia una economía más eficiente y limpia”, señaló. En este sentido, el presidente Obama aseguró que las nuevas normativas obligarán a las autoridades estatales a reducir la emisión de dióxido de carbono en un tercio de su nivel actual para 2016.
Sólo California, junto con otros 13 estados y el Distrito de Columbia, habían pedido a la Casa Blanca que les permita imponer estándares más estrictos que los exigidos por el gobierno federal. Según los cálculos de los expertos de la industria automotriz, la adaptación de los nuevos vehículos supondrá un coste de cerca de mil 300 dólares más por unidad.
Comentario:
Es otro de los aspectos que la administración de Bush no le había dado su importancia.
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