Dejan a Yucatán en el abandono.

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Los efectos negativos de la epidemia de influenza tipo A alcanzaron al sector turístico de Yucatán, con la cancelación de cuatro cruceros que harían escala en Puerto Progreso, la anulación de reservaciones para dos mil 900 habitaciones en hoteles de tres, cuatro y cinco estrellas y el alejamiento total de visitantes extranjeros en las zonas arqueológicas de la entidad.

Sin embargo, la emergencia epidemiológica que llevó a alargar el asueto del Día del Trabajo hasta el 5 de mayo —y en algunos estados hasta el 10 de mayo—, alentó al turismo nacional que se volcó hacia los balnearios más populares del país —sobre todo los de Guerrero, Veracruz y Tamaulipas—, aunque concentrado en sus playas debido al cierre de restaurantes, bares y antros, ordenado por las autoridades para evitar el contagio de la influenza tipo A H1N1.

A pesar de que el brote no ha afectado a la entidad, el secretario de Fomento Turístico de Yucatán, Juan José Martín Pacheco, dijo que fue cancelado el arribo de cuatro cruceros, con pérdidas de 260 mil dólares, y la ocupación hotelera cayó de 60.5% a 20.1% en promedio, con repercusiones muy graves para la economía de diversos sectores económicos del estado.

El funcionario aseguró que en las zonas arqueológicas están prácticamente vacíos los hoteles de Uxmal, Chichén Itzá y Valladolid, y además del arribo de cuatro cruceros se cancelaron al menos dos convenciones —de rotarios y médicos, que involucraba a unos 4 mil 500 visitantes nacionales y extranjeros.

A ello se agregó un duro golpe a la actividad porcina del estado, debido a que la epidemia fue atribuida de manera inicial a este animal, por lo que las ventas de ese sector cayeron en por lo menos 40%, añadió Juan José Martín Pacheco.

¡A la playa!

A pesar de las recomendaciones de evitar salir de casa, las playas de Guerrero, Veracruz y Tamaulipas fueron invadidas por bañistas de todos los estados, principalmente del Distrito Federal y del estado de México, según reportes de los prestadores de servicio y autoridades turísticas de esas entidades.

Las fuentes indicaron que el turismo que arribó a los puertos corresponde a los estratos sociales de medio y bajo poder adquisitivo, el que la mayoría de las veces no necesita divertirse en discotecas sino prefiere las bellezas naturales, las playas y el sol, que resultan gratis, y que sus principales consumos los hacen tiendas de abarrotes y en algunos supermercados.

En Acapulco, Guerrero, la ocupación hotelera se reportó el fin de semana hasta 46.5% en algunas zonas, y de 40.4% en el resto del estado, donde a pesar de las órdenes de mantener cerrados bares, antros y restaurantes, algunos decidieron abrir, como los del Grupo Anderson, Squid Roe, Señor Frogs y Carlos and Charles, entre otros.

La Policía de Caminos reportó en las últimas horas gran afluencia de vehículos por la Autopista del Sol. También se informó que las playas más concurridas son las de Caleta y Caletilla, Papagayo y la Tlacopanocha, donde se entregan a los visitantes trípticos y tapabocas como parte de la vigilancia sanitaria.

Visitantes de la zona metropolitana del Distrito Federal y de Puebla, también llenaron las playas del puerto de Veracruz y en las últimas horas abarrotaron las principales carreteras de acceso al estado de Veracruz, entre ellas la de Veracruz-Puebla.

En Tamaulipas, sólo en la popular playa Miramar, las autoridades reportaron la concentración de hasta 10 mil visitantes diarios durante el fin de semana, lo que sorprendió al personal de Protección Civil del sur del estado porque no esperaban esa afluencia debido a la alerta epidemiológica puesta en marcha.

Por su parte, el comandante municipal de Ciudad Madero, Tamaulipas, Roberto Chávez Ortega, dijo que la mayoría de los visitantes son residentes del estado de Nuevo León y que a la mayoría de ellos les entregaron cubrebocas con apoyo del sector salud, como medida de prevención.


Comentario:

Pues el momento que pasamos es difícil, pero todo volverá a la normalidad.