Prometen dar clase y “no oír o ver nada”, en área de narcos.

Noticia:


La Secretaría de Educación Pública (SEP) concertó con las autoridades del llamado Triángulo Dorado, conformado por los estados de Chihuahua, Durango y Sinaloa, en donde existe presencia de narcotráfico y delincuencia organizada, para que los más de mil 200 instructores que atienden a niños campesinos, indígenas y de migrantes puedan ingresar a las escuelas para dar clases, con el compromiso de “no oír ni ver nada”.

Arturo Sáenz, director general del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), dijo que “lo que estamos concertando con el sistema educativo estatal es para ver que también a sus profesores, en un arreglo y al margen de los asuntos que se den ahí, nos dejen entrar para atender a sus niños; y que nuestros jóvenes y profesores que lleguen a entrar no oyen, no ven nada, pero sí trabajan intensamente en favor de los niños para no dejarlos fuera del sistema. Los niños no tienen la culpa”, detalló el funcionario, al concluir la ceremonia de entrega de materiales didácticos a Telesecundarias.

“Para nadie es un secreto que donde nosotros estamos trabajando es donde se da mucho este fenómeno (del narcotráfico) en términos de dónde están y dónde siembran”.

Explicó que uno de los “problemas de riesgo” es el del narcotráfico y la violencia por parte de las organizaciones de la delincuencia, que ha provocado que se incremente la deserción de los instructores comunitarios, que en realidad son jóvenes egresados de bachillerato. Estos estudiantes reciben mil 300 pesos mensuales por el servicio social durante un año, a cambio de que más tarde se les otorguen becas durante 30 meses para realizar estudios de licenciatura.

En lo que va de la administración, el funcionario recuerda sólo un “incidente” ocurrido el año pasado, cuando jóvenes que asistían a una capacitación salieron en una camioneta y en un retén los confundieron y mataron a una de las instructoras. Otra quedó delicada de salud, pero fue una confusión.

El director de Conafe señaló que la atención que reciben 320 mil niños, desde preescolar a secundaria, se da en comunidades pequeñas y apartadas del país.

Ante la deserción de los instructores a consecuencia de la violencia por el narcotráfico, dice que se negocia con el subsecretario de Educación Media Superior, Miguel Székely Pardo, que todos aquellos jóvenes que deseen renovar su beca en los bachilleratos dependientes de la Dirección General de Educación Tecnológica Agropecuaria deban realizar una estancia de siete semanas durante el verano.


Comentario:


De alto riesgo la tarea de los maestros y educadores de estas zonas.