Clave para México, el rescate de General Motors.

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General Motors debe ser rescatada para evitar una debacle económica de mayores proporciones, comentaron analistas y empresarios de la industria automotriz mexicana.

Agustín Ríos, presidente Ejecutivo de la Industria Nacional Autopartista (INA), declaró en entrevista que no creen que el gobierno estadounidense deje llegar a la quiebra a una empresa tan importante y que es un símbolo de la economía estadounidense, y que además sostiene a millones de personas que tienen empleos dentro de su territorio y en los países donde opera.

“General Motors compra cada año a las firmas autoparteras con operaciones en México alrededor de 11 mil millones de dólares en productos. El mayor riesgo que vemos por ahora no es que entre en quiebra, sino en una suspensión de pagos por su ya sabida falta de liquidez”, destacó.

En los últimos 18 meses, la firma automotriz se vio envuelta en diversos problemas financieros que han llevado al gobierno y al Congreso de Estados Unidos a analizar un rescate de la firma de autos.

Primero las bajas ventas propiciadas por los altos precios del petróleo y los combustibles derivados mermaron la colocación de unidades de alta cilindrada.

Luego las ventas también cayeron en modelos más pequeños por la falta de liquidez de la gente que percibió problemas a futuro por lo de las hipotecas subprime.

Los últimos dos trimestres reportó pérdidas millonarias, que se reflejaron en la caída del valor de su acción en el mercado de Estados Unidos.

Ayer, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, reconoció que el sector automotor es una industria crucial para su país, sin embargo, agregó que los 700 mil millones de dólares destinados por el gobierno para un plan de rescate financiero no incluyen al sector del automóvil.

En conferencia de prensa, el secretario del Tesoro subrayó que él y la Administración del presidente George W. Bush consideran a la industria automovilística “muy importante y esencial” para este país y que todo el Ejecutivo respalda a los fabricantes. “Necesitamos una solución, pero esta solución tiene que ser viable” dijo.

Aclaró que “el plan de rescate fue diseñado para el sector financiero”.

Paulson explicó que “una idea” para una posible solución al problema del sector automotriz es modificar la ley aprobada en septiembre por el Congreso para facilitar 25 mil millones de dólares en préstamos a la industria bajo un programa de incentivos para producir vehículos menos contaminantes.

En el caso de GM, cualquier decisión del gobierno de EU tendrá un impacto relevante en México. La empresa es la más importante generadora de empleos directos por parte de alguna firma automotriz con operaciones en suelo mexicano. Ellos crean 12 mil 700 puestos de trabajo, además de otros 90 mil empleos indirectos.

Emilio Mosso, director de inversiones en la Industria Automotriz de ProMéxico, expuso durante un encuentro sectorial organizado por PricewaterhouseCoopers, que el rescate de General Motors por parte del gobierno de Estado Unidos nada tiene que ver con si el modelo liberal de la economía ya caducó o si el gobierno debe o no intervenir en negocios privados.

GM tiene en México las plantas de Silao, Guanajuato; San Luis Potosí, recién inaugurada en marzo de este año y que significó una inversión de más 600 millones de dólares; y la de Ramos Arizpe, Coahuila.

“GM en México ha invertido fuerte. Es una de sus filiales más rentables”, detalló Francisco Pascual, analista para México de Global Insight.


Comentario:

Todos los rescates tienen ese fin: evitar una catástrofe mayor.