Desfogue de represas complica situación en Veracruz.

Noticia:


El desfogue de las represas Cerro de Oro y Temascal sobre los ríos Papaloapan y San Juan afectó cultivos y viviendas, mientras que el Coatzacoalcos comenzó a descender, por lo que tras siete días de estar en los albergues los habitantes de Minatitlán, al sur del estado, iniciaron el dramático retorno a sus casas para realizar labores de limpieza.

La riada provocada por la liberación de agua en Cerro de Oro y Temascal dejó al menos 5 mil damnificados en 38 comunidades de Santiago Tuxtla y otros 6 mil en Tlacotalpan y Alvarado, además de causar daños al ganado, cultivos y granjas acuícolas.

Manuel Diez Tepach, director de la comisión municipal de Santiago, dijo que el desbordamiento del San Juan inundó “cientos de viviendas humildes”.

En Minatitlán, el río Coatzacoalcos descendió 70 centímetros, lo que permitió que Protección Civil, la Armada y el Ejército pudieran efectuar el bombeo para desalojar el agua de las zonas inundadas que abarcaron 40% de la mancha urbana y unas 5 mil viviendas.

En medio del caos, habitantes de Minatitlán iniciaron el retorno a sus viviendas apoyados por 150 lanchas que resultaron insuficientes, por lo que tienen que esperar largas horas para ser transportados. A ello se agregó el desabasto de combustible en la zona, además de que se denunció lentitud en la entrega de ayuda y víveres.

Personal militar en coordinación con autoridades de Salud establecieron una red sanitaria para evitar infecciones y enfermedades, debido a los millares de animales de corral, vacuno, porcino y caballar que murieron durante la contingencia.

La Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Minatitlán consideró millonarias las pérdidas por el cierre de más de 200 establecimientos y de los mercados públicos Solidaridad, 5 de Febrero y Popular, con más de mil 500 comerciantes.

Según recuentos preliminares, 776 comunidades de 71 municipios se anegaron con daños en 10 mil casas, 5 mil de ellas en Minatitlán. El desbordamiento de 43 ríos y 19 arroyos averiaron 31 puentes y tres muros de contención, además de afectar 138 tramos carreteros y se registraron ocho hundimientos de terreno y 33 deslaves.

Comentario:

La misma pregunta que para Tabasco: ¿Qué es peor, la furia de la naturaleza y el burocratismo gubernamental?