Busco servir a EU, no imagen: Palin.

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Sarah Palin rompió ayer su silencio. Trémula por el desafío de convencer a todo el país acerca de sus cualidades como futura vicepresidente de Estados Unidos, su voz se convirtió en saeta, en un látigo de frases aceradas que dirigió contra el establishment político de Washington y contra el demócrata Barack Obama, a quien definió como un oportunista que se ha montado en el lema del cambio para escalar en política.

“En política hay aquellos candidatos que utilizan el cambio para promover sus carreras. Pero también los hay, como John McCain, que utilizan sus carreras para promover el cambio”, dijo la mujer que ha llegado en medio de una tormenta de escándalo y crítica, para convertirse en la primera republicana que contiende por la vicepresidencia.

Todo un salto cualitativo para una política de 44 años que, hasta hace menos de seis, era sólo una modesta alcaldesa de Wasilla, una localidad de menos de 7 mil habitantes en Alaska, y que ayer era aclamada como compañera de fórmula de McCain por los más de 18 mil asistentes en el Xcel Energy Center de Saint Paul.

“Me siento honrada al aceptar la nominación a la candidatura a la vicepresidencia y acepto el desafío de una dura batalla en una hora crucial para nuestra nación”, dijo Sarah Palin, mientras las imágenes de su familia, reflejadas en las pantallas, flotaban en un ambiente de fervor patrio y conservador.

Envalentonada, por un auditorio que se le entregó sin reservas, Palin no dudó en dirigir sus dardos contra los medios de comunicación que se han atrevido a hurgar en su pasado, para cuestionar su candidatura: “A esos periodistas y comentaristas, que me han considerada como una elección inadecuada por no pertenecer a la élite política en Washington, les tengo una noticia”, dijo con un tono de burla y despecho, que fue acompañado por un sonoro abucheo.

“Yo no me propongo ir a Washington en busca de su buena opinión, sino para servir al pueblo de este país”, dijo Palin.

Aclamada, la mujer que se ha abierto paso a través del escándalo desatado por el embarazo de su hija de 17 años, culminaba la jornada ofreciendo resolver la crisis energética que golpea los bolsillos de los electores.

Comentario:

Más clara y directa no pudo ser: en política hay candidatos que utilizan el cambio para promover sus carreras y otros, como McCain, que utilizan sus carreras para promover el cambio. Finalmente, será el electorado estadounidense quien decida a quien creerle.