Todavía no toca fondo la crisis inmobiliaria en E.U.

La crisis inmobiliaria en Estados Unidos no ha tocado fondo y seguirá afectando a la economía por un buen tiempo, estimaron analistas financieros.

La llamada "burbuja inmobiliaria", comenzó a formarse en el 2003, cuando las entidades financieras se dedicaron a conceder sin mesura las llamadas "subprime" o hipotecas de alto riesgo, a personas sin solvencia económica.

El fenómeno desató la demanda de casas e hizo que los precios se dispararan, en un proceso que se prolongó por casi tres años.

Así, millones de compradores firmaron hipotecas que tenían un tipo fijo durante dos a cinco años y luego variable, con la ilusión de que los precios de sus propiedades seguirían subiendo.

Pero no esto no ocurrió. Conforme la Reserva Federal encarecía el precio del dinero, la "burbuja" se desinfló, cayeron los precios de las propiedades y muchos compradores se encontraron con un encarecimiento inesperado de sus hipotecas y con que su propiedad valía menos que lo que debían a los bancos.

Se creó una situación dramática, porque millones de familias se enfrentan ahora a la ejecución de sus viviendas y las ventas sufren un freno total, afectando a un sector considerado importante motor de la economía.

Pero lo peor para las familias aún está por llegar. Según Barclays Capital, en el último trimestre de este año habrá unos 7 mil millones de dólares en préstamos pendientes que se verán corregidos al alza. La cifra subirá a unos 20 mil millones de dólares en el tercer trimestre de 2009, y para el segundo trimestre de 2010 podría tocar los 32 mil millones de dólares.

El incremento promedio de los pagos mensuales que tendrán que afrontar las familias será del 30% a comienzos de 2009, y podría llegar al 80% hacia fines de 2011. Esta es una corrección todavía en marcha y estamos lejos de que haya concluido, comentó David John, de Heritage Foundation, un grupo conservador con sede en Washington.

No terminará hasta que los precios encuentren un nuevo nivel razonable, es decir cuando se equilibren la oferta y la demanda.

Según la Asociación de Bancos Hipotecarios, los pagos atrasados de las cuotas hipotecarias están ahora en su nivel más alto en un cuarto de siglo. Unos 15 millones de compradores (un 17% de todos los propietarios), deben ahora más que lo que valen sus bienes raíces. Según la Asociación, una de cada diez hipotecas tiene problemas de pagos, algo que no ocurría desde 1979.

En junio pasado, se iniciaron 252,363 trámites de ejecución hipotecaria, cuando un año antes la cantidad fue de 88,195.

En junio, el inicio de trámites de ejecución llegó a un ritmo anual de 2.8 millones" , informó Dean Baker, del Centro para Investigación de Política Económica. El índice de propiedad ha vuelto a caer a los niveles del 2000.

En mayo del 2007, la venta de casas unifamiliares nuevas marcaba un ritmo anual de 857 mil unidades, en comparación con el mismo mes del presente año, el ritmo fue de 512 mil unidades.
Baker explicó que no todas las personas afectadas han perdido su casa por ejecución hipotecaria. Muchas, ante la realidad de que no podían pagar la hipoteca, han tenido que venderlas sin ganancia.

Se ha paralizado la construcción (sector que tiene amplio impacto económico y de empleo) y abundan en el mercado viviendas ejecutadas, lo cual sigue deprimiendo los precios. Hay más viviendas disponibles a precios razonables, pero los bancos están en una etapa de "susto" y se ha hecho mucho más difícil la obtención de préstamos para los nuevos compradores.

La crisis afecta a una franja muy específica de la población: las personas o familias que ya tenían una propiedad hipotecada y se lanzaron a adquirir otra más grande y más cara. Las compras se intensificaron en las urbanizaciones nuevas, que ofrecían conjuntos de casas enormes construidos lejos de los centros de trabajo.

Sus compradores son los que ahora sufren el golpe combinado de los precios más altos de la gasolina en su transporte diario para ir y volver del trabajo. Las personas y familias en barrios más tradicionales o con ingresos que eran demasiado bajos como para aventurarse a la compra de riesgo, siguen habitando sus casas.

Les expongo una de las mejores explicaciones a la crisis inmobiliaria que se padece en Estados Unidos. Fuente: El Universal.