Marchas y mas marchas...y los políticos sufren de sordera.

No cabe duda que los tiempos han cambiado. En la actualidad, cualquiera puede salir a las calles a manifestarse, algo que era muy diferente no hace mucho tiempo. Incluso, se puede caer en actos de vandalismo y no pasa nada. Pero ese es el problema, incluso con las marchas. NO PASA NADA.

Entonces habría que preguntarse: ¿realmente sirven de algo? Y no pasa nada porque, a pesar de que son muchos los analistas políticos que advierten que los diputados y senadores se sirven con la cuchara grande, lo siguen haciendo.

¿Estarán sordos? Como muestra basta un botón: La ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos. El 90 por ciento de los diputados y senadores votaron a favor del presupuesto de egresos: y ¿saben por qué en esto hubo unanimidad casi total? Porque simple y sencillamente, viene etiquetado tal presupuesto.

¿Qué significa esto? Pues que todos reciben partidas de dinero y si las cantidades son atractivas, ¿qué caso tiene oponerse? Ya con los bolsillos llenos, todos contentos y felices. Ahora sí, todos son "cuates". Y el problema va más allá: ¿ustedes creen que se hacen auditorias para ver si se ejerce dicho presupuesto y si se ejerce bien? Acertaron: por supuesto que no. Este "nuevo" fenómeno se llama clientelismo.

Ya con las partidas económicas distribuidas entre todos los diputados y senadores, todos se hacen mutis. No existe una evaluación sobre lo presupuestado y ahí es donde comienza la corrupción.

Por eso, a mi en lo personal, me cuesta mucho trabajo creerles cuando dicen que pondrán en práctica un plan anticorrupción. Es empezar por su propia casa y parece que voltean para otro lado o sufren de sordera.