El origen de la violencia en Guerrero

Podemos arrancar con el año 1962: Las llamadas guardias blancas (creadas por el gobierno, según acusan algunos analistas), reprimieron un mitin electoral de oposición al régimen priísta con un saldo de ocho muertos. El maestro Genaro Vázquez fue uno de los convocantes al mitín. Con la respuesta del gobierno, fue obligado a entrar a la clandestinidad y formó un grupo guerrillero.

En 1967, ocurre otra masacre. los autores son policías que se lanzan contra una manifestación de maestros en Atoyac, con saldo de cinco muertos. En la manifestación totalmente pacífica, aparece por primera vez el maestro Lucio Cabañas --por cierto, egresado de la normal de Ayotzinapa-- y también se ve obligado a crear una guerrilla.

Los medios legales que utilizaron ambos maestros fueron cerrados por la violenta respuesta del gobierno. El "récord" gubernamental aumenta con dos matanzas más, pero ahora en la capital del  país: 2 de octubre de 1968 y 10 de junio de 1971. 

La guerrilla es permanente desde los años 70.  El ex presidente Luis Echeverría junto con su gran amigo Rubén Figueroa Figueroa orquestan campañas militares y una estrategia de exterminio en el Estado de Guerrero. Para el orgullo de ambos gobernantes, Guerrero tiene el "honor" de ser el primer lugar en América donde se inauguraron los "vuelos de la muerte", aun antes de que se aplicara en las dictaduras del Cono Sur. Hay que ser claros: un número indeterminado de civiles se les trasladó en aviones militares para ser arrojados con vida al mar. A otros más se les incineró o arrojó a fosas clandestinas.

La respuesta del Gobierno siempre fue el silencio o, en el mejor de los casos, la negación de dichos "rumores". A este periodo se le llama posteriormente la "guerra sucia". Hasta hoy en día, el gobierno no ha dado una explicación de los hechos y mucho menos le ha pedido perdón a los mexicanos en lo general y a los guerrerenses, en lo particular.

Por el contrario, continuaron los cacicazgos y otra matanza ocurrió en Aguasblancas, en 1995. El resultado fue la aparición del Ejército Popular Revolucionario (EPR). ¿Tendrá algo que ver lo ocurrido en esos años, con lo que acaba de acontecer en Ayotzinapan? o ¿cómo dice la voz populi: cualquier parecido es mera coincidencia?