Lula intenta rebajar la tensión entre Colombia y Venezuela ante la cumbre de Unasur.

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Los líderes latinoamericanos presentes en la Unión de Naciones Suramericanas intentan este fin de semana en Bariloche (Argentina) encontrar una solución a la crisis generada en la región por el acuerdo alcanzado entre EE UU y Colombia para que militares estadounidenses puedan usar bases colombianas en su guerra contra el narcotráfico. El presidente brasileño, Luiz Inázio Lula Da Sila, como principal impulsor de Unasur, ha desplegado esfuerzos diplomáticos para rebajar la tensión entre los miembros por el acuerdo para salvar una cumbre que tuvo que convocarse ante el fracaso de la anterior en Quito.

Las actividades diplomáticas se han intensificado en las últimas horas para salvar la cumbre, mientras van llegando a la ciudad argentina los 12 jefes de Estado y Gobierno de los miembros de Unasur. Argentina, país anfitrión; Brasil, como líder del proyecto de integración suramericana, y Ecuador, como presidente en turno del organismo, se esfuerzan en lograr que la cita no termine en un fracaso que pondría en cuestión la existencia misma del club.

En las últimas horas, Lula ha insistido en la necesidad de mantener un diálogo franco y moderado para resolver las diferencias, aunque el venezolano Hugo Chávez parece hacer oídos sordos a los llamamientos de su vecino, al menos hasta el momento, y mantiene su intención de romper relaciones con Bogotá. Lula ha conversado por teléfono con Chávez para rebajar el clima de tensión y convencerle de mantener el proceso de integración regional. Hoy, antes del pleno de la cumbre, se reunirá con el líder venezolano, que opina que el acuerdo entre EE UU y Colombia trae "vientos de guerra". A la opinión de Caracas se une el presidente boliviano, Evo Morales, que cree necesario un referéndum regional en caso de falta de consenso en la cumbre.

Uribe, al igual que hizo en la gira que protagonizó este mes para explicar a sus vecinos el alcance del acuerdo, pedirá respeto a su soberanía y que la cumbre se centre en otros asuntos de interés común, como la carrera armamentista de algunos de sus vecinos -en clara alusión a Venezuela-, los acuerdos de cooperación extra-regionales y sobre el terrorismo. Además, contraatacará las invectivas de Chávez con documentos que, supuestamente, prueban la presencia de la narcoguerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, (FARC) fuera de sus fronteras. La tensión entre Colombia y Venezuela viene además de la denuncia colombiana de que Venezuela ha vendido armas a las FARC.

El ecuatoriano Rafael Correa, aunque en principio se opone al acuerdo porque teme que la presencia militar estadounidense en Colombia sea difícil de controlar, intentará mediar.