México discute el retorno a la normalidad.

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A pesar de que la cifra de muertos por la Gripe A sigue al alza -se anunciaron cuatro nuevos casos, para un nuevo total de 26-, y de que la epidemia no cede en algunas ciudades, autoridades federales y del Distrito Federal discuten el retorno a la normalidad y la reapertura de establecimientos mercantiles y restaurantes a partir del miércoles.

El gobierno del Distrito Federal creó un nuevo semáforo de alerta epidemiológica, denominado Sistema de Alerta Sanitaria, que incluye los niveles de máxima alerta, riesgo elevado, medio y bajo. Y apenas al anunciar este indicador, el alcalde degradó la alerta de máxima a elevada, con lo que a partir del miércoles podrían abrir, con nuevas regulaciones, restaurantes, estanquillos y oficinas, mas no aún bares, salones de baile o piscinas públicas. Además, las iglesias y los museos podrán abrir el jueves.

El Presidente Felipe Calderón ha convocado a los gobernadores de los 31 estados y el Distrito Federal para que a lo largo de esta mañana (tarde hora española) discutan si se retorna a clases el 6 o el lunes 11. La propuesta que más se ha comentado es que las clases de los bachilleres y universitarios se reinicien el jueves y las de los niveles primarios el lunes 11.

En su conferencia de prensa matutina, el Ministro de Salud José Ángel Córdova Villalobos indicó que hay en total 727 casos confirmados -incluidos los 26 fallecidos- y que si bien hay seis estados donde no se registra ni un solo contagio y otros siete con un solo caso, hay "ciudades en donde sí hemos visto un aumento" en los reportes. Sin embargo, se negó a identificar a esas poblaciones, para evitar estigmatizaciones, alegó.

México podría comenzar a regresar a la normalidad, pero ésta habrá cambiado. Entre otras cosas, se pide a los restaurantes que no permitan más de cuatro comensales por cada diez metros cuadrados, que tomen la temperatura a sus clientes cuando estos arriben y que entre silla y silla haya al menos dos y medio metro de distancia. Los líderes de los hosteleros se han quedado cortos en las críticas a las medidas, porque dicen que prefieren abrir cuanto antes así sea con limitantes a no abrir en absoluto.