Fiat aspira a convertirse en el líder europeo con la compra de Opel.

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El consejero delegado de Fiat, Sergio Marchionne, presentará hoy al Gobierno alemán su plan de absorción de Opel que, de llegar a buen puerto, cambiaría el panorama de la industria de las cuatro ruedas en Europa. Según la hoja de ruta prevista por Marchionne, el grupo industrial más grande de Italia separará la división bajo la que se engloba la fabricación de coches de la marca Fiat para fusionarla con las filiales europeas de General Motors, especialmente Opel pero también la sueca Saab, y unirlas con su participación en la americana Chrysler.

La compañía resultante, con unos ingresos anuales de 80.000 millones de euros y unas ventas aproximadas de entre seis y siete millones de unidades vendidas, se colocaría en segundo lugar de la clasificación internacional de fabricantes por detrás de Toyota. Así, con un número de ventas en el mismo nivel de Volkswagen, la empresa adelantaría a la alianza Nissan-Renault y a la propia General Motors, en caída libre al igual que los gigantes de Detroit -Ford y la quebrada Chrysler- por la grave crisis del sector y que se está cebando en su principal mercado: Estados Unidos.

Marchionne, que se reunirá esta tarde con el Gobierno alemán, asegura que la fusión entre su empresa y Opel puede lograr unas sinergias por valor de 1.000 millones de euros anuales fusionando distintas plataformas de producción. "Tanto desde un punto de vista de ingeniería como industrial, el matrimonio es ideal", afirma Marchionne en una entrevista al diario británico Financial Times. "Es una solución increíblemente simple para un problema tan espinoso", ha añadido Marchionne, que ha rescatado a la marca italiana de la difícil situación en la que se encontraba hace tan sólo unos años.

Si consigue superar los distintos obstáculos tanto políticos como en materia de legislación antimonopolio, el nuevo grupo fusionaría las diez plantas de General Motors en Europa, en su mayoría en el norte, con las once de Fiat, casi todas en Italia, para crear un gigante que, con Chrysler, sería un importante actor tanto del mercado de las cuatro ruedas en Europa como en América.

Según el diario, Marchionne pedirá al Gobierno británico, ya que GM fabrica automóviles Vauxhall en Ellesmere Port y camionetas en Luton, y a los de otros países europeos donde tienen plantas que ofrezcan a la nueva compañía garantías crediticias. Además, tratará de tranquilizar a estos países al asegurar que no se estudia el cierre de ninguna planta de montaje, extremo que ha sido confirmado por el ministro de Economía alemán, Karl Theodor zu Guttenberg, y que Italia compartirá el sacrificio de cualquier recorte de plantilla que se haga necesario. La marca alemana regenta una factoría en la ciudad zaragozana de Figueruelas.

"El plan pretende crear el mayor fabricante de automóviles europeo y el segundo del mundo", ha explicado Guttenberg tras ser informado de los detalles por Marchionne, quien acudió a Berlín para exponerlos a varios miembros del ejecutivo alemán.

Más movimientos en el sector

Por su parte, otro de los actores implicados en la operación, el ministro alemán de Economía, Karl Theodor zu Guttenberg, ve con buenos ojos la posible entrada de inversores en Opel. "Deseo un inversor seguro a largo plazo y que presente un concepto que se pueda realmente llevar a cabo y que no funcione tan solo unos meses", ha apuntado hoy en unas declaraciones a la radio Deutschlandfunk.

Mientras tanto, Armin Schild, representante del poderoso sindicato IG-Metall en el consejo de vigilancia de Opel, se ha mostrado escéptico sobre la posible compra de su empresa por parte del fabricante italiano. Schild ha explicado que Fiat tiene sus propios "problemas graves" y ha revelado su temor a que "las decisiones sobre Opel ya no se tomen en Detroit, sino en Turín, pero no en Rüsselshei", sede central de Opel en Alemania.

El anuncio se produce a una semana después de que Fiat recibiese el apoyo del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tras declarar Chrysler una suspensión de pagos. Ambas compañías han firmado una alianza por la que el grupo italiano se compromete a adquirir un 20% inicial del fabricante estadounidense una vez superado su proceso de quiebra. A finales del 2008, Fiat Auto tenía una plantilla de 39.000 personas mientras que en GM Europa trabajaban 54.500.



Comentario:

Mientras unas empresas no saben como salir de la crisis, otras muestran buenos resultados y su futuro es promisorio gracias a la creatividad.