Noticia:
La división con la que se ha topado el presidente Barack Obama en su propio país, ha provocado que sus promesas de campaña estén prácticamente rotas y tenga problemas para concretar las primeras acciones de su gobierno.
Mientras la izquierda acusa al mandatario de olvidar compromisos asumidos durante la jornada proselitista, la derecha asegura que pone en riesgo la seguridad nacional.
Los primeros lo señalan de ser incapaz de escapar al legado de George W. Bush por no desclasificar las fotografías de prisioneros torturados en cárceles militares de la Unión Americana y por “resistirse a crear una comisión de la verdad”.
La derecha, por su parte, lo crucifica por seguir adelante con sus planes de cerrar el centro de detención y tortura de Guantánamo, mientras “pone en riesgo la seguridad nacional”.
Stephen M. Walt, analista y profesor de relaciones internacionales de la Universidad de Harvard, considera que “lo que necesita hacer Obama es romper con las prácticas del pasado, para demostrarle al mundo que lo que pasó bajo el mandato de su predecesor fue una aberración”.
En su opinión, el mandatario estadounidense ha flaqueado y hasta traicionado algunas de sus promesas por no ir lo suficientemente lejos para castigar a los responsables de una era de horror y vergüenza.
Comentario:
El problema radica en que si no habiera hecho tales promesas, no podría haber conseguido la presidencia. Cosas de la política. Es evidente que no podrá cumplir muchas cosas de lo prometido.
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