Zoques, cansados de años de líos agrarios.

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La paciencia de los zoques se agota. Ellos sobreviven entre penurias en las montañas de Los Chimalapas. La irritación, provocada por 40 años de conflictos agrarios con Chiapas, se transmite en cada gesto.

“Ya no queremos que los talamontes chiapanecos mutilen nuestro territorio que tiene una gran biodiversidad”, dice Javier Pérez, secretario auxiliar de los zoques, quienes viven sumidos en la pobreza. Subsisten con la siembra de maíz y tomates.

Para evitar enfrentamientos en la zona del conflicto, que limita al noreste con Chiapas, ese añejo lío fue atraído por la Secretaría de Gobernación (Segob) para darle una “atención especial” por encima de los 14 focos rojos que existen en Oaxaca.

“La prioridad de los gobiernos federal y estatal, es favorecer el diálogo para distensar el añejo conflicto, retomar el proceso de conciliación y buscar las soluciones”, señaló por su parte el coordinador de la Junta de Conciliación Agraria de Oaxaca, Encar Domínguez Zamora.

Buscan evitar más enfrentamientos

El funcionario indicó que con la intervención de las autoridades federales, se busca dar una salida a este añejo conflicto y evitar más enfrentamientos.

Sin embargo, en medio de los ejidos chiapanecos Gustavo Díaz Ordaz, Flor de Chiapas, Rodulfo Figueroa y Ramón E. Balboa, los zoques de San Antonio y de Benito Juárez se sienten abandonados en su propia tierra.

“Ya no queremos ser considerados como un ‘foco rojo’ en la geografía de Oaxaca. Queremos vivir en paz y con desarrollo, aprovechando la biodiversidad de la zona”, dijo el agente municipal de San Antonio, Uriel Juan.

Ante ese ancestral reclamo de los zoques, funcionarios de los gobiernos federal y estatal se reunieron en dos ocasiones en las últimas semanas y acordaron el establecimiento de una mesa para impulsar el desarrollo social para la zona de Los Chimalapas.

“Con ello, se busca tener en breve los programas que impliquen el desarrollo de los zoques”, indicó Domínguez Zamora.

La denuncia contra chiapanecos

Los zoques han denunciado que los chiapanecos de los ejidos Díaz Ordaz y Flor de Chiapas, creados después de que San Miguel Chimalapa obtuviera su resolución presidencial en marzo de 1967, han invadido cerca de 14 mil hectáreas.

Además de ese conflicto, también prevalece el riesgo del enfrentamiento en el paraje La Hondonada, invadido por ganaderos de Cintalapa, Chiapas.

Como resultado, desde mediados de enero, Los Chimalapas de Benito Juárez y de San Antonio cerraron el paso vehicular de los pobladores de Gustavo Díaz Ordaz, quienes recibieron sus víveres a través de un helicóptero de Chiapas.

Protestas contra explotación forestal

Los zoques bloquearon el paso después de que retuvieron tres camiones de redilas cargados de madera.

En ese entonces, exigieron que la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) cancelara los permisos de explotación forestal.

Para evitar una confrontación, en febrero pasado la Semarnat suspendió los permisos forestales otorgados a los chiapanecos y negados a los zoques en esa región nororiental del Istmo de Tehuantepec.

El lío entre los zoques de San Mio:

guel Chimalapa con los ejidos de Chiapas, no es el único. Los comuneros de Santa María Chimalapa exigen que Chiapas abandone casi 100 mil hectáreas de tierras comunales cubiertas de selvas.


Comentario:

Los Zoques ya sabemos en dónde están, ¿pero gobernación para poner orden y hacer justicia, en dónde está?