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El largo capítulo de la extradición del general panameño Manuel Antonio Noriega parece llegar a su fin. Un tribunal de apelaciones estadounidense ha dictaminado este miércoles que el ex dictador puede ser extraditado a Francia, que lo solicitó por lavado de dinero.
Rechazando el argumento defendido por sus abogados de que, por su condición de prisionero de guerra, debía ser enviado de inmediato a Panamá, el tribunal ha ratificado la decisión de un juez federal que ya había manifestado anteriormente que su extradición no contradice la Convención de Ginebra.
Ahora, sólo queda que se pronuncie al respecto la Corte Suprema de Estados Unidos y que estampe su firma la secretaria de Estado, Hillary Clinton.
Noriega, quien fuera el hombre fuerte de Panamá entre 1983 y 1989, permanece en una cárcel de Miami tras haber cumplido en septiembre su condena. Fue juzgado y condenado en Estados Unidos en 1992 tras ser acusado de permitir el envío a este país cargamentos de cocaína del desaparecido cartel colombiano de Medellín, en la década de los años ochenta.
El general panameño, que fue capturado en 1989 en la invasión de Panamá, recibió una condena de 40 años de prisión que fue rebajada a 30 por haber cumplido cárcel, y luego a 20 por buena conducta, de los que cumplió 17 en septiembre del año pasado.
Por su parte, Francia solicitó la extradición tras juzgar en ausencia a Noriega en 1999 y condenarle a 10 años de prisión por el lavado de unos 3,1 millones de dólares.
Comentario:
No hay que olvidar que fue apoyado por Estados Unidos, hasta que cayó de su gracia.
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