Sólo si Dios quiere.

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No es sólo una agencia que une corazones a través de la web. Tampoco se dedica sólo a “ligar” o contactar a personas del sexo opuesto para que inicien una relación sin compromisos. La característica más relevante es que Solteros del Ave María (SAM) es una organización religiosa que une a personas con una vocación sincera hacia el matrimonio católico.

SAM dice ofrecer sus servicios pero “sin ánimo de lucro” y presume que no existe en el mercado ningún otro servicio igual de serio y a tan bajo costo.

No obstante, SAM, identificado como un apostolado laico, advierte que encontrar a un católico soltero, serio, devoto y leal que comparta convicciones, no es tarea fácil y puede demorar tanto como Dios lo permita. “Hay que tener paciencia, perseverancia y no tirar la toalla ante los primeros obstáculos. La confianza en Dios juega un rol muy importante”.

“Para utilizar bien este servicio, hay que estar dispuesto a hacer sacrificios heroicos, el Señor se encarga del resto. No pueden detenerte las barreras de la distancia física”, señala.

Una cuota de afiliación única sin mensualidades de 30 dólares —o su equivalente a la moneda del país donde se solicita el servicio—, con una cuota de renovación de 10 dólares si al cabo de un año no se ha encontrado a la persona que se convertirá en el futuro esposo o esposa, es el precio que se debe pagar para ser miembro y estar en una base de datos que se cruzará con los datos de otras personas (dependiendo de sus intereses) para encontrar a una pareja.

Para el padre José de Jesús Aguilar, director de Arte Sacro de la Arquidiócesis Primada de México, el cobro por los servicios de SAM debe estar plenamente justificado, por el costo que implica el mantener una red social de este tipo.

Considera que este servicio que lleva a cabo SAM, basado en las nuevas tecnologías de la información, es como tantos otros que tendría que tener la iglesia católica. Además subraya la alta credibilidad que tiene SAM al anunciarse en la prestigiada agencia de noticias católicas ACI-Prensa.

Si es que se desea tener el “Paquete de Opciones” en SAM, se pagarán 25 dólares más a los 30 iniciales. Este pago sólo se hace por primera vez, y con ello se pueden tener servicios adicionales como chat privado, servicio exclusivo de evaluación del perfil, donde se corrigen ciertos defectos y se potencia al máximo al candidato; álbum de fotos múltiple que permite añadir un sinnúmero de fotos al perfil personal y la opción de bloquear a otro socio para que no haga contacto en el futuro.

Mientras todas las demás páginas web para solteros ofrecen un periodo de prueba gratis, SAM no lo hace. Argumentan que no es necesario porque sólo quieren admitir a socios cuyas intenciones sean serias y orientadas a formar un matrimonio católico y aseguran que los periodos de prueba pueden arruinar la experiencia de aquéllos verdaderamente comprometidos en hacer del servicio un lugar de encuentro sincero y santo.

“De lo contrario tendríamos a muchos ‘turistas’ en nuestra página web que al poco tiempo de haber hecho algunas búsquedas infructuosas o tras no poder encontrar a la persona soñada en su pueblo o ciudad abandonarían el servicio“, señala.

El servicio que ofrece SAM tampoco permite pasar revista a los interesados antes de que sean socios, pues aclara que protege la privacidad y quiere ir en contra de aquéllos que pretenden asegurarse de antemano que podrán relacionarse con personas que vivan cerca de su zona.

“Nuestra finalidad es atraer a un tipo de personas con una verdadera vocación hacia el matrimonio dispuesta a superar cualquier desafío impuesto por Dios en el camino. La persona que Dios tiene preparada para ti podría estar en cualquier parte del mundo. Buscar dentro de tu zona está bien y ojalá tengas la bendición de encontrar a esa persona localmente. Sin embargo la mayoría de nuestros socios llegan a nosotros con un pasado en el cual ya buscaron a través de los canales ordinarios y dentro de sus localidades sin éxito“, comenta la organización.

SAM fue inaugurada en junio de 2004 y es una filial de Ave Maria Singles, corporación que sirve desde 1988 a católicos de Estados Unidos y Canadá. Las dos versiones (en inglés y español) son presididas por Anthony Buono, quien en 1988 hipotecó por segunda vez su casa con la finalidad de construir la primera página web de este servicio.

“Hicimos esto porque creíamos en la necesidad de crear un servicio para solteros católicos quienes encuentran tantas dificultades a la hora de conocer a otros católicos practicantes, serios y comprometidos“, comenta Buono.

SAM, que tiene socios en cada uno de los 50 estados de Estados Unidos y en más de 60 países, reconoce que Dios está sirviéndose del internet para emparejar a las personas en matrimonios católicos sagrados.

“Lo que nos importa no es convertirnos en la página web más popular, sino la calidad de nuestro servicio y que nuestros socios sean personas con auténticos valores católicos y cristianos”, dice SAM en su página.



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La Religión cumpliendo con su papel de unir "almas gemelas"