La difícil lucha contra el tráfico de armas.

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En su lucha contra los cárteles de la droga, México ha pedido al gobierno de Estados Unidos una colaboración más leal y efectiva, particularmente en lo que toca a la lucha contra el tráfico de dinero y armamento, que hoy financian y arman a los grupos de narcotraficantes.

La espiral de la violencia, que ha castigado especialmente la frontera entre Estados Unidos y México, ha disparado la señal de alarma en el Congreso, donde un creciente número de legisladores ha solicitado al presidente Barack Obama el restablecimiento de la ley que prohíbe la importación y venta de armas de asalto que alimentan la capacidad de fuego de los narcotraficantes que desafían al Estado mexicano, mientras extienden sus redes por más de 230 ciudades en Estados Unidos.

“La violencia en México ha alcanzado proporciones críticas y las armas de asalto están siendo contrabandeadas de forma masiva desde la frontera de EU hacia México por los narcotraficantes”, asegura una carta presentada en febrero pasado a la Casa Blanca por un grupo de legisladores encabezados por Eliot Engel, demócrata por Nueva York, y presidente del subcomité de Asuntos Exteriores para el Hemisferio Occidental.

En su petición, los legisladores demandaban la rehabilitación de la prohibición que fue establecida 20 años atrás, como parte de las provisiones contempladas en el Acta para el Control de Armamento de 1968. Esta ley es independiente de la de 1994 que firmó el presidente Bill Clinton para establecer una moratoria de 10 años sobre la venta de armas semiautomáticas, y que expiró en el año 2004, ante las presiones del Partido Republicano y de organizaciones como la Asociación Nacional del Rifle (NRA).

La ofensiva lanzada por algunos congresistas para responder al urgente llamado de México se enfrentó, sin embargo, a la inmediata reacción en contra de un grupo de legisladores demócratas y republicanos que se encargaron de sembrar la duda.

¿Hasta qué punto el presidente Obama será capaz de ayudar a México en este sensible capítulo y legislar para prohibir el comercio y distribución de armas de asalto que hoy usan los cárteles para desafiar al Estado mexicano?

A pesar de que la administración estadounidense ha prometido avances significativos en este terreno, no está claro que la derecha conservadora y la todopoderosa Asociación Nacional del Rifle permitirán avances significativos.

Y a pesar de que la administración Obama ha dado muestras de un mayor empeño y colaboración con México, a través del envío de más agentes y equipo para tratar de frenar el contrabando de armas a través de su frontera sur, no parece fácil que las condiciones políticas le dejen vencer las resistencias internas de un considerable bloque de legisladores —demócratas y republicanos—, que se siguen oponiendo a cualquier restricción.

Precisamente, un mes después de la carta dirigida por Engel al presidente Obama, un grupo de 65 legisladores demócratas hicieron pública su intención de bloquear cualquier iniciativa para resucitar la legislación contra las armas de asalto. Una demanda propiciada no sólo por las exigencias de México, sino por la epidemia de ejecuciones y asesinatos que se han disparado en todo el país con casi 60 víctimas en los últimos 30 días.

Mike Ross, congresista por Arkansas y líder de este grupo, escribió al fiscal general, Eric Holder, para advertirle que cualquier iniciativa para restablecer prohibiciones a las armas de asalto “no pasará” en la Cámara de Representantes, lo que deja en evidencia las profundas divisiones y los intereses creados que siguen sólidos tras muchos años de intenso debate judicial, académico y político sobre el uso de armas regulado en la segunda enmienda de la Constitución de EU.

“El presidente Barack Obama se enfrenta así a un enorme reto nacional e internacional en este terreno y necesitará de una gran voluntad política para implementar restricciones contra la venta de armas de asalto, a las que se resiste un grupo de cabildeo muy poderoso que encabeza la NRA”, consideró Miguel Tinker-Salas, académico y experto en relaciones bilaterales México-EU, desde el Colegio de Pomona, en California.

“Y si EU no demuestra la voluntad política para ponerle fin a este tráfico de armas, para México supondrá una gran derrota”, concluyó.



Comentario:

Obama tendrá que romper con los intereses que hay detrás de la venta de armas y de drogas.