Industria aprovecha el desplome del peso.

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La pérdida de valor de la moneda nacional frente al dólar no sólo refleja un escenario negativo para la industria, algunas ramas exportadoras se están viendo beneficiadas con la fuerte depreciación del peso.

De acuerdo con especialistas consultados, la devaluación de la moneda nacional de agosto del año pasado a marzo de 2009 ya alcanzó un nivel de 51.26%, lo cual representa una oportunidad para las exportaciones de bienes de consumo básico hacia Estados Unidos, Europa y Japón.

Sólo de diciembre del año pasado a marzo de este año, el peso reporta una pérdida de 11.69%, y especialistas del mercado de cambios consideran que dada la situación global el peso puede caer aún más.

“En periodos en los cuales la economía está en recesión los consumidores se enfocan a bienes inferiores que no implican una inversión en capital”, explicó Manuel Molano, director general adjunto del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), quien fue consultado durante el seminario Perspectivas, Estrategias y Apoyos Financieros al Comercio Exterior organizado por el Consejo Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce).

Por lo que México debe enfocar su oferta exportable en productos como alimentos, vestido y autopartes, consideraron.

“Está reprimida la actividad de inversión, la actividad financiera, pero el consumo de productos alimenticios se mantiene”, acotó Fernando Ruiz Huarte, director técnico del Comce, quien señaló que los alimentos mexicanos gozan de ventajas competitivas en Estados Unidos, Europa y Japón.

Incluso, la depreciación del peso otorga competitividad a los productos mexicanos en el mercado de Estados Unidos frente a la competencia de bienes chinos, pues el yuan está apreciado, consideró Sergio Gómez Lora, director de la consultoría Ingeligencia Comercial (IQOM).

México tiene la capacidad de atraer a una población mundial “relativamente empobrecida por la recesión”, dijo Molano, siempre y cuando se ofrezcan productos a precios accesibles y se mantenga la calidad.

Sin embargo, la creciente pérdida del valor del peso frente al dólar no será la solución al decremento de las exportaciones mexicanas, precisó Sergio Gómez Lora, pues las ventas de México en el exterior “están concentradas en bienes de consumo que son altamente sensibles a la recesión”, como automóviles, productos electrónicos y electrodomésticos, dijo en relación a la oferta hacia Estados Unidos.

“Ahora que está contraído el crédito son productos que se van a consumir menos”, mencionó el consultor de IQOM.

En tanto, el directivo del IMCO advirtió que el precio no es el único factor que se debe considerar para garantizar la ventaja de los productos mexicanos en el extranjero.

“Esa ventaja comparativa la saturas muy rápidamente porque lo que rige a los mercados internacionales es quién es más competitivo en términos de mejor producto, mejor estrategia de negocio”, dijo.

Para potenciar la ventaja de los productos mexicanos en el exterior es indispensable explotar la plataforma de exportación de Estados Unidos.

“Con la depreciación hoy más que nunca tenemos que... aprovechar la infraestructura norteamericana para poder desplazar nuestros productos”, manifestó Molano.

La recesión económica provoca que la infraestructura en el país vecino no se utilice a su máxima capacidad, lo que da lugar a los bienes mexicanos para utilizarla como trampolín de exportación.

Con esta ventaja, nuestro país tiene la oportunidad de diversificar sus ventas al exterior, destacó Molano.

El caso de la industria del vestido es un ejemplo, pues 97% de las exportaciones se comercializan en el mercado de América del Norte, según la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (CNIV).

El contexto de la depreciación del peso es una oportunidad excepcional para las exportaciones no petroleras, abundó Molano.

Incluso, “con la reducción del precio del petróleo se viene un problema de finanzas públicas, pero el sector exportador no petrolero tiene que mejorar”, explicó.

Durante enero de este año las exportaciones de prendas de vestir disminuyeron 16.5% respecto al mismo mes del año anterior, informa la CNIV.

Mientras que en el mercado de Estados Unidos las importaciones de prendas mexicanas fueron desplazadas del segundo al tercer lugar entre 2006 y 2008.

Sin embargo, en los últimos meses de 2008 otros productos como alimentos y bebidas aumentaron sus exportaciones.


Comentario:

Es un beneficio natural para el exportador, pero para la industria que importa bienes las cosas no son buenas.