El ayate guadalupano maravilló a Hillary.

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Asombrada por el buen grado de conservación de la imagen de la Virgen en el ayate de Juan Diego, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, preguntó al rector de la Basílica de Guadalupe, Diego Monroy: “¿Y quién la pintó… Las flores?...” “Fue el Padre, Dios, y eso le impresionó mucho”.

La de ayer fue la segunda visita que realizó Clinton al Tepeyac. Ya lo había hecho antes de 1979, cuando se construyó la entonces nueva Basílica.

Ella acudió el antiguo templo dedicado a la Guadalupana y desde entonces tenía ganas de regresar, lo cual le manifestó inmediatamente a su llegada ayer por la mañana a Monroy, el prelado cuando la recibió.

También expresó su admiración por la Guadalupana a fieles católicos mexicanos, con quienes se acercó fuera de protocolo para saludarlos antes de retirarse. “Tienen una Virgen maravillosa”, les dijo a las personas, algunas de ella le decían: “Welcome to Mexico, Hillary”.

Monroy reiteró “el impacto” que la Virgen y el recinto religioso le ocasionaron a la funcionaria estadounidense, por la importancia que, reconoció, tiene no sólo en México, sino en todo el continente americano.

Esto lo hizo patente Hillary en el libro de visitantes distinguidos, en el cual escribió: “Que esta hermosa Basílica dedicada a la madre de Cristo continúe inspirando esperanza y armonía entre todos los pueblos de América”.

Vestida de rojo, con zapatos beige, la secretaria de Estado llegó a las 08:15 horas a la Basílica de Guadalupe, que no fue cerrada al público —con excepción de las áreas donde pasó la funcionaria, en un dispositivo de seguridad más discreto que el montado durante su estancia en el Palacio de Bellas Artes el miércoles pasado.

El operativo fue coordinado también por agentes estadounidenses apoyados por elementos del Estado Mayor, de la Policía Federal y del templo mariano.

A su arribo, antes de entrar al recinto por la puerta nueve, la esperaba Diego Monroy. Luego de bajar del Lincoln negro, la ex primera dama de Estados Unidos le agradeció la invitación y le dijo sentirse muy contenta de visitar ese lugar del Tepeyac.

Clinton, quien profesa la religión metodista, recibió la bendición del rector, oró ante la Virgen y pidió a Monroy hacerlo también por ella y por el pueblo de Estados Unidos.

La funcionaria de Estados Unidos ingresó a capillas, después subió al área de los vitrales, que forman parte del altar, para observar la imagen de la Virgen, mientras los niños del coro de la Basílica y sacerdotes protagonizaban la oración de laudes.

Frente a la imagen de la Virgen de Guadalupe, Diego Monroy Ponce le explicaba, a través de una traductora, sobre el acontecimiento y códice guadalupanos,

Le platicaba a Hillary sobre la aparición hace más de 500 años y el significado del manto, de las estrellas que tiene la Virgen, sobre la consistencia del ayate, la posición y forma de las manos, la importancia de las flores y, en general, el significado e importancia para los mexicanos y creyentes del continente americano. La funcionaria se retiró a las 08:55 horas.


Comentario:

La Virgen es todo un simbolismo de México.