Infancia, en riesgo continuo.

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Ser adolescente y niño o niña en Guatemala es llevar una candidatura permanente a ser víctima de homicidios, secuestros, abusos sexuales y un variado menú de violencia.

En un país que con frecuencia es conmocionado por las escenas de muerte por linchamiento y otras formas de tortura y por las matanzas en la guerra entre los cárteles del narcotráfico internacional, en diversas zonas del país, tanto la niñez como la adolescencia están sometidas a un peligro constante.

“La violencia afecta en general a toda la población en el país”, aseguró un informe de la estatal Procuraduría de los Derechos Humanos de Guatemala (PDH). “Sin embargo”, alertó, “sectores de población vulnerable como la niñez pueden sufrirla de manera particular. La vulnerabilidad que caracteriza a este sector se ha hecho palpable durante 2007 y 2008 ya que las muertes violentas que lo afectan, suman un total de 835 homicidios”.

La situación, advirtió la procuraduría, “refleja la gravedad, la permanencia y la naturaleza masiva de esta violación de los derechos humanos”.

Una muestra de “la violencia y la criminalidad” son los casos de secuestro o extorsión de niños y adolescentes, con un promedio de cinco al mes.

Investigaciones de la PDH mostraron que de enero a octubre de 2008 hubo 51 menores secuestrados, en especial en la capital, aunque la cifra sería superior, pues las familias temen represalias de los secuestradores y evitan denunciar ante las autoridades. En 2007 hubo 33 y 22 en 2006.

“No existe ninguna edad que muestre mayor susceptibilidad de ser afectada por este tipo de delitos, aunque se observa un corte progresivo en las edades comprendidas entre los 9 y los 17 años que concentran 80.2% del total de los casos”, precisó el documento.

En 2008 se registraron 13 secuestros de personas de 12 a 14 años y 22 de 15 a 17. Pero ha habido “menores recién nacidos” que sufrieron secuestro, recalcó.

El abuso sexual también golpea a la niñez y la adolescencia guatemalteca.

Según la procuraduría, “la práctica delictiva del abuso sexual de menores, es un delito que se encuentra extendido por todos los departamentos (estados) del país”. De enero a octubre de 2008 hubo 253 delitos sexuales contra menores de 18 años, con un promedio mensual de 25.3 casos, cifra “superior a los promedios anuales” anteriores.

La mayor parte, añadió, afecta principalmente a adolescentes de 15 a 17 años, aunque también de 0 a 14 y casi siempre en “espacios domiciliares”. De los 253 casos, un total de 240 ocurrió contra niñas y adolescentes mujeres de 12 a 17 años.

Asimismo, de los 6 mil 268 homicidios del año pasado, 151 fueron mujeres de 0 a 20 años, contra 139 en 2007.

“Se hace evidente”, subrayó la Procuraduría de los Derechos Humanos de Guatemala, “una tendencia homicida que impacta de mayor manera a los adolescentes, pero principalmente a los que están ubicados entre los 15 y los 17 años”.

Comentario:

Es de lo más criminal el abusar de la infancia. Merecen el peor castigo: cadena perpetua.