Clinton ofrece nexos sólidos con México.

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Hillary Clinton se convirtió ayer en la estrella de un tumultuoso y maratónico proceso de confirmación en el Senado. Con un traje sastre color tabaco y un rostro castigado por el rigor de las intensas sesiones de preparación, Hillary se sometió al tercer grado de la Cámara Alta para ratificar sus credenciales como futura secretaria de Estado y defender la necesidad de fortalecer la alianza con América Latina en general y México en particular, a fin de “hacer frente a los peligros que suponen los cárteles de la droga”.

“Tenemos que fortalecer nuestra alianza con México para, juntos, hacer frente a los peligros que suponen los cárteles de la droga y los desafíos (de su violencia) a lo largo de nuestra frontera en común”, dijo Clinton al destacar como punto de arranque de esta nueva era de relaciones con México la entrevista que sostuvieron el martes en esta capital el presidente de México, Felipe Calderón, y Barack Obama, mandatario electo de Estados Unidos.

En lo que hace a América Latina, Hillary adelantó que Obama desea “una nueva cara” en la diplomacia hacia la región y que propondrá una iniciativa conjunta para compartir tecnología y nuevas inversiones en el desarrollo de energía renovable. El planteamiento sería formulado en la Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago en abril, que a su vez será el primer contacto de Obama con los presidentes de la región.

“Los países de América Latina son realmente nuestros aliados más estrechos. Pienso que vamos a poner una nueva cara en la diplomacia en cuanto se refiere a América Latina. Esa es particularmente mi misión”, dijo Clinton.

En un mensaje que enumeró las prioridades de la política exterior para la era Obama, Hillary Clinton enarboló la utilización del “poder inteligente”, la doctrina que busca sepultar el principio de la “guerra preventiva” y combinar el viejo oficio de la diplomacia con la sabia utilización del poder militar:

“Debemos usar lo que se llama poder inteligente, toda la gama de herramientas a nuestra disposición. Con poder inteligente, la diplomacia será la vanguardia de nuestra política exterior en cada rincón del planeta”, dijo Hillary para anunciar así una ruptura con el unilateralismo militar de la era Bush, que sólo ha conseguido agravar los conflictos y focos de inestabilidad, particularmente en Medio Oriente.

En un anticipo de lo que será la política exterior de EU en la administración de Obama, Clinton consideró el cierre de la prisión militar de Guantánamo como un “asunto prioritario”. Además, Puntualizó que, si bien Estados Unidos apoya las necesidades de seguridad de Israel, al mismo tiempo, considera necesario asumir las “legítimas” aspiraciones políticas y económicas de los palestinos.

“Entendemos y simpatizamos con el deseo de Israel de defenderse de los ataques con cohetes de Hamas. Sin embargo, no podemos ignorar el trágico costo humanitario”, dijo Clinton, al adelantar que bajo el gobierno de Obama se buscará la paz y la estabilidad bajo el principio de dos Estados soberanos e independientes: Israel y Palestina.

En otro capítulo importante de su comparecencia, Clinton se refirió a Irán y confirmó lo que el propio Obama ya se había encargado de deslizar. A partir del próximo 20 de enero, EU dejará la puerta entreabierta al régimen de los ayatolas para inaugurar una nueva era de diálogo y posible entendimiento.

“La administración Obama no descartará ninguna opción y no se hacen ilusiones en las relaciones con Teherán”, dijo Clinton. “Sin embargo —añadió—, ha llegado el momento de apostar por el pragmatismo en virtud de que, lo hecho hasta ahora, no ha funcionado con Irán”.

El proceso de confirmación de Hillary Clinton podría quedar completado el jueves. Ayer, el senador Richard Lugar, el republicano de más alto rango en el comité de relaciones exteriores, le preguntósobre qué garantías existen de que “no habrá conflicto de interés con la Fundación de su esposo” (organización que ha recibido millones de dólares en aportaciones y ayudas de gobiernos extranjeros). “Haré todo lo que esté en mi poder para evitar cualquier conflicto de interés”, prometió Hillary. (Con información de agencias)


Comentario:

El enfoque que deberá tener la política estadounidense hacia México y el resto de latinoamérica es de trabajo conjunto. Resolver problemas que ya son "compartidos", para buscar el desarrollo económico también compartido.