Los demócratas a dos votos de la mayoría absoluta.

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La victoria que por un mínimo margen ha conseguido el candidato demócrata por Alaska Mark Begich sobre su contendiente republicano Ted Stevens, ha colocado a los demócratas a sólo dos escaños de una mayoría absoluta que les libraría de ataques obstruccionistas en el Senado.

Tras la victoria de Begich, los demócratas se acercaban ayer a la mágica cifra de los 60 escaños, sin precedentes desde 1978. Ahora sólo faltan por conocer los resultados del recuento en Minnesota, donde el ex comediante y candidato demócrata, Al Franken, se perfila como vencedor y, en Georgia, donde el republicano, Saxby Chambliss, tendrá que defender su escaño el próximo 2 de diciembre en una segunda vuelta para impedir que el retador demócrata, Jim Martin, se alce con el decisivo asiento número 60.

De la importancia de alcanzar la mágica cifra de los 60 escaños (de los 100 que integran la Cámara Alta) dejaba constancia el ex presidente, Bill Clinton, quien ayer mismo era enviado a reforzar la candidatura de Jim Martin de cara a la segunda vuelta frente al republicano Saxby Chambliss.

“Es importante que el electorado sepa que necesitamos completar los 60 escaños para evitar así las prácticas filibusteras (obstruccionistas) de los republicanos en el Senado”, aseguró Clinton en un acto realizado en la ciudad de Atlanta.

“Por culpa de esa labor obstruccionista de los republicanos, yo no pude sacar adelante la más ambiciosa reforma de la seguridad pública en la historia del país”, añadió al asegurar que durante la administración entrante, Barack Obama necesitará del apoyo mayoritario en las dos cámaras para sacar la más ambiciosa agenda de cambios y reformas desde los años de Franklin Delano Roosevelt (1933-1945).

A pesar de que los demócratas ya tienen garantizada la mayoría absoluta (más los independientes Joe Lieberman y Bernard Sanders, que suelen hacer causa con ellos), los escaños de Alaska, Minnesota y Georgia les darían una ventaja a priori de 60 a 40 frente a los republicanos, suficiente para frustrar cualquier maniobra de obstrucción parlamentaria.

Tras la derrota de Ted Stevens en Alaska, los demócratas tienen la mira puesta en el recuento de Minnesota que, al parecer, ha inclinado momentáneamente el fiel de la balanza en favor del ex comediante de The Saturday Night Live, Al Franken, después de ir tras la aspiración del republicano, Norm Coleman.

Comentario:

Yo creo que los ciudadanos estadounidenses no saben lo que es que un partido tenga mayoría. Los mexicanos sufrimos en carne propia lo que se llama en el argot político decir: "carro completo". Los priístas hacían lo que se les pegaba la gana. ¿Ocrrirá lo mismo en EU?