Detienen a dos civiles acusados de atentar contra Hugo Chávez.

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El ministro venezolano del Interior, Tarek El Aissami, informó de la detención de dos civiles que tenían "un cañón portátil" con el que supuestamente iban a atentar contra el avión del presidente Hugo Chávez.

A los dos detenidos, de nacionalidad venezolana, se les incautó además cuatro granadas, todas con "seriales deteriorados de manera deliberada".

Las detenciones se produjeron en el estado de Zulia, fronterizo con Colombia, a cuyas autoridades, que son opositoras a Chávez, El Aissami acusó de "anuencia, cooperación e incluso facilitación de planes de golpes de Estado, magnicidio y narcotráfico".

Se trata, dijo a los periodistas, del "desmantelamiento de un sector que tenía en su poder armas con una gran capacidad de destrucción".

El cañón, "del tipo car gustav", precisó, "tiene capacidad y alcance para destruir un avión" y nadie debe ser "tan ingenuo para decir que estas personas (los detenidos) iban a cazar venados".

Esto confirma, insistió, en que "estaba en marcha un plan de golpe de Estado y de magnicidio contra el comandante presidente" abortado gracias a un "trabajo de inteligencia" previo.

"Es un plan continuo, es el desarrollo de eventos distintos, de distintas maneras y de distintos actores. Estamos desactivando cada uno de estos eventos y descubriendo a sus actores", reiteró sin facilitar la identidad de los detenidos.

"No es poca cosa lo que estamos desactivando, lo que aquí se tenía planificando: nada menos ni nada más que asesinar a Chávez y dar al traste con el sueño de todo un pueblo", agregó.

Consultado sobre si los detenidos están directamente vinculados a alguno de los cinco militares retirados que fueron apresados tras revelarse el complot hace dos semanas, respondió que "evidentemente".

Directivos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) que lidera Chávez introdujeron hace una semana una solicitud formal en la Fiscalía para que se investigue "exhaustivamente" la denuncia de un complot contra el gobernante.

Desde inicios de mes se divulgan vídeos en los que tres altos mandos militares retirados del servicio activo se plantean como objetivo asesinar a Chávez o derrocarlo y aseguran contar con apoyo de militares en servicio activo y medios de comunicación para ello.

Entre los primeros detenidos a mediados de mes figuran el general Wilfredo Barroso, el vicealmirante Carlos Millán, el teniente coronel Ruperto Sánchez y el mayor Helímenas Labarca Soto, todos retirados.

"Sin que se haya materializado" el complot, los detenidos están acusados de "instigación a la rebelión", delito castigado con penas de cinco a diez años de cárcel, sostuvo entonces el titular de la Fiscalía Militar, general Ernesto Cedeño. Fuente: EFE.


Comentario:

Al menos el complot parece que si es una realidad. Ahora sólo falta que con las averiguaciones, se llegue a los autores intelectuales de tal intento de asesinato. Cualquier acto de este tipo es condenable.