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"El dios del viento" tomó forma de avión y lo hizo a través de las manos de ingenieros del Instituthao Politécnico Nacional (IPN), quienes por su elaboración obtuvieron el premio Leonardo Da Vinci, entregado por la revista especializada en temas de aeronáutica Interlíneas.
Se trata de un avión, de 3.4 metros de extensión, 55 kilogramos de peso y elaborado principalmente con fibra de vidrio, el cual ya es utilizado para el cuidado de instalaciones estratégicas, ductos y refinerías de Pemex, así como de la industria eléctrica mexicana.
La Secretaría de Seguridad Pública ya lo ha usado en el combate al narcotráfico, pues detecta transporte y siembra de drogas. Además, monitorea zonas fronterizas y desastres naturales, debido a que está equipado con sensores térmicos, cámara electroóptica y de alta resolución que le permite hacer detecciones por medio de imágenes de cambio de temperatura.
En las costas mexicanas, es utilizado en la búsqueda y rescate de pescadores perdidos en el mar; o bien, en la supervisión de carreteras de tránsito conflictivo.
La autonomía de vuelo que desarrollaron los ingenieros politécnicos le permite hacer recorridos de día o de noche durante ocho horas, a una altura de 15 mil pies y a una velocidad de entre 80 y 120 kilómetros.
El avión, denominado Ehécatl, palabra de origen náhuatl que significa El dios del viento, fue construido para la empresa Hydra Technologies.
El reconocimiento al que se hicieron acreedores estudiantes e investigadores de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), unidad Ticomán, fue por las contribuciones realizadas al sector aeronáutico.
El galardón también reconoce la labor de los jóvenes en la elaboración del E1 Gavilán, que pesa 5 kilogramos y mide sólo metro y medio de extensión. Con dos horas de autonomía en el vuelo, permite que sea empleado en operativos antisecuestro y para la vigilancia de inmuebles utilizados para el resguardo de personas privadas de su libertad.
Sirve para el monitoreo de multitudes durante eventos deportivos en estadios, o de manifestaciones y marchas en la ciudad de México.
Este avión, que utiliza baterías y viaja a altitudes reducidas, también es empleado para el monitoreo de inundaciones y derramas de químicos sobre ríos.
El jurado que otorgó el premio —integrado por especialistas y destacados representantes de la industria aeronáutica—, evaluó las aportaciones que en materia de ingeniería realizaron los estudiantes al desarrollar estos aviones que son controlados desde tierra.
Comentario:
Cuando uno lee este tipo de noticias, no solamente el Politécnico "vuela alto", sino también el orgullo de ser mexicano. Enhorabuena.
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