“Logramos clima de gobernabilidad”.

Entrevista:



Ya le esperan en el estudio de su casa. Ahí están ya el caballete, el lienzo, los pinceles, las pinturas. Lleva con él la inspiración y los recuerdos de todo tipo, después de tres años como alcalde de esta ciudad y seis como gobernador del estado.

Faltan pocos días para que Francisco Garrido Patrón, del Partido Acción Nacional (PAN), entregue la oficina, el gobierno mismo a José Calzada Rovirosa del PRI. Y platica, quiere viajar...y pintar, y leer.

No buscará nunca más un puesto de elección popular, pero, dice, si el presidente Felipe Calderón le llama a colaborar en algún cargo en el que pueda servir y aplicar sus conocimientos, está dispuesto.

¿Por qué perdió el PAN o ganó el PRI?

Hubo diversos factores. La crisis económica internacional que contaminó a nuestro país. Pero también el hecho de que en Acción Nacional, y esto lo sé por la trayectoria de los propios panistas, no están acostumbrados, no aceptan fácilmente la imposición de candidatos como sucedió a través de las designaciones. Esto originó al interior del partido contracampañas, de tal manera que teníamos no solamente que luchar con otros partidos, sino contra fuego amigo. Y hubo también deficiencias de las campañas.

Panista desde 1994, cuando se decidió a apoyar al entonces candidato a la presidencia de la República, Diego Fernández de Cevallos. Egresado de la Escuela Libre de Derecho. Ahí fue presidente de la Sociedad de Alumnos, su primera experiencia política.

¿Cuál fue para ti el momento más difícil de estos últimos seis años?

Hace aproximadamente tres años, cuando los llamados zetas se quisieron meter al estado. Tuvimos que combatirlos. Esto significó la pérdida de las vidas de tres o cuatro personas. Fue ese el momento más intenso. Fueron en realidad 15 o 30 días que duró la amenaza. Y luego...pues también fue difícil, duro el momento electoral, la noche del 5 de julio, cuando pierde el PAN.

¿Y con qué momentos, con qué recuerdos buenos te quedas?

Son varios los que me voy a llevar. El momento mismo del triunfo hace seis años. Y poder generar un clima de gobernabilidad en el estado. Pudimos ponernos de acuerdo las fuerzas políticas para que hubiera paz, concordia, tranquilidad. Eso lo logramos, tengo que reconocerlo, gracias a la colaboración de los partidos de oposición. Y sobre la base de la gobernabilidad fue que pudimos tener logros con los diversos programas.

Está en su despacho, en el espléndido edificio que fue la residencia del corregidor Miguel Domínguez y de su esposa doña Josefa. Hay en el salón de Cabildos dos retratos fieles de la pareja y una peineta de la legendaria mujer. Ahí hay, sin duda, historia.

El que está por dejar de ser gobernador habla entusiasmado de su obra.

Te faltó presumir que subió a primera división el equipo de futbol de Querétaro.

Bueno, es que si presumo el reciente ascenso tendría que hablar de los descensos. Así son los Gallos Blancos, suben y bajan. A mí ya me tocó que eso ocurra tres veces.

¿Cómo recibirá las arcas del estado tu sucesor?

Las arcas quedan muy bien. Una revista especializada nos acaba de dar el primer lugar como el estado que mejor maneja las finanzas públicas. La deuda es muy chica, la heredamos desde la época de Enrique Burgos. Contuvimos muy bien el gasto corriente. Dejamos las arcas con más de mil millones de pesos para que el próximo gobierno pueda continuar trabajando sin ningún problema a diferencia de lo que está sucediendo hoy en la mayor parte de las entidades donde están tremendamente endeudados y las finanzas públicas están prácticamente ahogadas.

¿Será una transmisión del poder sin jaloneos, sin problemas?

Mira, hemos tenido una buena comunicación el gobernador electo José Calzada y yo. Nos hemos visto en varias ocasiones, en privado, para platicar de temas financieros, de temas de seguridad y de proyectos estratégicos del estado. Tenemos una comunicación fluida y clara respecto de los asuntos públicos. Él se comprometió ante pregunta de los reporteros a terminar las obras que dejamos. Tenemos, pues, una buena relación desde el punto de vista político y hay la suficiente madurez en ambos para entender que la transición debe hacerse con toda civilidad.

Falta poco. Está pues listo para partir. Se lleva sus libros, objetos personales y la que fue su silla, la de gobernador. La tendrá en su despacho privado. Es una tradición. Él dejará otra, como obsequio al que llega. Ya la mandó a hacer. Con una carcajada aclara que no, desde luego no pidió que le pusieran un clavo en el asiento.

Se asoma al balcón desde el que en seis ocasiones dio el grito las noches de 15 de septiembre. Dice que siente la emoción y también, ya, la nostalgia.

Y ya le espera su familia, su esposa, sus tres hijos, en el hogar, cuando ella, diputada federal, no esté en San Lázaro.

En el estudio, los avíos para pintar. Dejó atrás la época de bodegones, paisajes. Seguirá con temas sociales, con la expresión, en el lienzo, de lo que son para él los cuatro nuevos jinetes del Apocalipsis: la violencia, la miseria, la contaminación y la ignorancia. Unos cuantos días. Para descansar, leer, pintar...hasta que no le llegue, si llega, una llamada...