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jueves, 18 de junio de 2009

Las drogas ganan la guerra.

Noticia:


Este 2009 se cumplen 40 años de que el presidente Richard Nixon lanzara la guerra contra las drogas y hoy en día parece que las drogas han ganado.

“Hemos gastado un billón de dólares en el combate a las drogas”, me comentó Norm Stamper, ex jefe policial en Seattle. “¿Y qué hemos logrado? Las drogas son más asequibles, a menores precios y con mayor potencia. Es un lúgubre fracaso”.

Por esa razón, Stamper está en favor de la legalización de las drogas, quizá el equivalente de la venta de bebidas alcohólicas en tiendas de abarrotes, de las farmacéuticas registradas. Otros expertos favorecen mantener en la ilegalidad la producción y venta de drogas, y despenalizar más bien la posesión, como se ha hecho en algunos países.

Tres consecuencias

En Estados Unidos, cuatro décadas de combate a las drogas han tenido tres consecuencias: en primer lugar, la población de las cárceles se ha incrementado sobremanera.

En la actualidad, EU encarcela personas a una tasa que supera casi cinco veces el promedio mundial. En parte, ello se debe a que la cifra de detenidos por delitos relacionados con las drogas se disparó, de 41 mil en 1980, a 500 mil hoy en día. Hasta antes de que se iniciara la guerra contra las drogas, nuestra tasa de encarcelamiento era prácticamente igual a la de los demás países.

En segundo lugar, hemos dado más poder a los delincuentes en el país y a los terroristas en el extranjero. Una de las razones por las que importantes economistas se han mostrado partidarios de relajar las leyes relacionadas con las drogas es que las prohibiciones se traducen en incremento de precios, que a su vez aumentan las ganancias de todos los implicados, desde los cárteles de las drogas latinoamericanos hasta los talibanes. Este año, ex presidentes de México, Brasil y Colombia pidieron conjuntamente a EU que adopte una nueva estrategia en el combate al narcotráfico, basada en la campaña de salud pública contra el consumo de tabaco.

En tercer lugar, hemos despilfarrado recursos. Jeffrey Miron, economista de la Universidad de Harvard, descubrió que los gobiernos a nivel federal, estatal y local gastan 44 mil 100 millones de dólares cada año en implementar restricciones relacionadas con las drogas. “Gastamos siete veces más en prohibiciones, vigilancia y detención que en tratamiento (de las personas detenidas en prisiones estatales que tienen problemas con el uso de drogas, sólo 14% reciben tratamiento)” señaló.

Vidas destruidas

He visto vidas destruidas por las drogas, y en muchos vecindarios en Yamhill, Oregon, donde crecí, familias han quedado destruidas por el consumo de las llamadas metanfetaminas de cristal.

Sin embargo, me parece que el argumento de personas como Norm Stamper es convincente en el sentido de que si nuestro objetivo es reducir la influencia de las drogas dañinas, podemos actuar con mayor eficacia.

Stamper es miembro activo de la organización Law Enforcement Against Prohibition (Aplicación de la Ley en Contra de la Prohibición, o LEAP, por sus siglas en inglés), integrada por policías, fiscales, jueces y ciudadanos que favorecen una liberalización de las leyes estadounidenses relacionadas con el combate a las drogas. La desilusión de Stamper con respecto a la guerra contra el narcotráfico fue gradual y comenzó en 1967, cuando era un joven oficial en San Diego.

“Había arrestado a un joven de 19 años, en su casa, por posesión de mariguana”, recordó. “Literalmente rompí la puerta, con el argumento de una causa probable. Lo arresté por un cargo de felonía”. El arresto y trámites derivados se llevaron varias horas, y finalmente, Stamper llegó a una conclusión: “En estos momentos podría estar realizando un verdadero trabajo policial”.

Hoy en día es reconocido que la estrategia contra las drogas ha fracasado. El nuevo zar antidrogas del presidente Barack Obama, Gil Kerlikowske, dijo al diario Wall Street Journal que desea acabar con toda esa fraseología sobre las drogas y que espera cambiar el enfoque para centrarse más en el tratamiento que en la detención.

Es mucho lo que está en juego, la incertidumbre es muy grande y existe un riesgo genuino de que liberalizar las leyes sobre las drogas se traduzca en un incremento en el uso y en la cantidad de adicciones. Pero la evidencia sugiere que tal riesgo es pequeño. Después de todo, la cocaína sólo se usaba a una quinta parte de los niveles actuales cuando era legal en EU, antes de 1914. Y aquellos estados que han descriminalizado la posesión de mariguana no han visto un crecimiento disparado en el consumo.

“No veo ningún lado negativo en la descrimininalización de la mariguana”, dijo Peter Reuter, profesor de criminología en la Universidad de Maryland y escéptico con respecto a algunos de los argumentos utilizados por los que favorecen la legalización de las drogas. Cuando mucho, aclaró, habría un modesto incremento en el uso.

Si queremos avanzar, necesitamos ser menos ideológicos y más prácticos a la hora de evaluar qué funciona en el combate al problema de las drogas en Estados Unidos. Una estrategia sería que uno o dos estados experimenten con la legalización de la mariguana, permitiendo que se venda en farmacias con licencia, e ir midiendo el impacto en el uso y la criminalidad.

No soy el único que está pensando en estos asuntos. El senador Jim Webb de Virginia ha promovido una legislación para crear una comisión presidencial que examine diversos elementos del sistema de justicia criminal, incluyendo la política hacia las drogas.

Hasta ahora, 28 senadores han expresado su respaldo a la legislación y, según Webb, el propio mandatario Obama se ha mostrado partidario de la idea.

“Las políticas rotas de nuestra nación con respecto a las drogas son sólo una de las razones por las que debemos reexaminar el sistema de justicia criminal”, señala Webb. Es una posición audaz de parte de un político, y es el tipo de liderazgo que necesitamos si queremos una estrategia más eficaz contra el narcotráfico en Estados Unidos.


Comentario:

Aunque estoy de acuerdo con la legalización, el problema de la delincuencia no termina ahí,porque cambiarán de "giro".

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