El levantamiento de los nativos contra los decretos legislativos que emitió el Gobierno para estimular la inversión privada en la Amazonia y sintoniza

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La UE y Pakistán convirtieron ayer la primera cumbre bilateral de su historia en un gesto de apoyo político a los esfuerzos democratizadores del presidente Asif Alí Zardari. La estrategia europea busca consolidar a un país al borde del abismo, crucial para la estabilidad de la zona. Zardari se llevó buenas palabras y promesas de ayuda a los 2,5 millones de desplazados por los combates contra los talibanes.

José Manuel Durão Barroso, presidente de la Comisión, subrayó cómo el Ejecutivo comunitario había ofrecido en abril 485 millones de euros a Pakistán, que se suman a otros mil millones de los Estados miembros, hasta 2013, a los que ahora deben añadirse promesas de 124 millones en ayuda humanitaria y no humanitaria. Zardari, que reclamaba aperturas concretas de mercados, se fue con buenas palabras. "Estoy satisfecho con el compromiso y que haya apetito por ayudar a Pakistán". A cambio de su comprensión nadie recordó sus años pasados en la cárcel y huido de Pakistán por corrupción.