Noticia:
Las estafas por Internet han evolucionado respecto a los engaños poco sofisticados del pasado, cuando falsos príncipes nigerianos enviaban correos electrónicos a sus víctimas indicándoles que recibirían ganancias imprevistas si revelaban el número de su cuenta.
La gran mayoría de los correos electrónicos son lo que se conoce como spam y un porcentaje desconocido de ellos están pensados para estafar.
La escala del fraude electrónico significa que los criminales pueden obtener enormes ganancias incluso si sólo un pequeño porcentaje de personas cae en la trampa.
El “phishing” se refiere comúnmente a los engaños por e-mail de parte de supuestos bancos y otras fuentes confiables que buscan timar a los receptores para que revelen el número y contraseñas de sus cuentas bancarias o tarjetas de crédito.
El gobierno de Estados Unidos logró una gran victoria en noviembre cuando la compañía servidora de internet McColo Corp. fue retirada de la web. Los cálculos varían, pero el Washington Post dijo que 75% del spam mundial había sido enviado sólo por esa compañía.
Pero los correos electrónicos indeseados que ofrecen dietas de celebridades, tinta para impresoras baratas, la anulación de deudas con tarjetas de crédito y maravillosos orgasmos hallaron rápidamente una nueva vía hacia las bandejas de entrada, según Postini, subsidiaria de seguridad de Google.
Ahora para enviar e-mails no deseados los estafadores utilizan varias computadoras con el fin de oscurecer sus orígenes, lo que significa que una dramática derrota de una empresa como McColo será difícil de repetir, dijo Adam Swindler, gerente de marketing de productos para Postini de Google.
Y se han abandonado en gran medida las estafas que son más fáciles de detectar —como la del príncipe nigeriano— a favor de un más sofisticado “spam en base a una ubicación”, el cual dirige a la víctima a un sitio web en el que se habla sobre un desastre local o un tema similar.
Si la persona hace click en el video ofrecido, el sitio web descarga un virus en la computadora del usuario, dijo Google en un blog sobre seguridad.
Tim Cranton, un experto en seguridad cibernética de Microsoft, dijo que no había modo de saber cuánto dinero se roba.
“No tenemos forma de estimar las cifras porque hay demasiadas víctimas de las que no tenemos conocimiento”, señaló Cranton.
Las nuevas tecnologías redundan en nuevas formas para robar. Una de las más recientes es el “smishing”, que no es más que una estafa al estilo phishing pero enviada por teléfono celular como mensaje de texto (SMS) .
Comentario:
Lo malo es que los delincuentes de Internet afectan a empresarios que quieren promover sus productos o servicios.
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