El conflicto del campo argentino se recrudece con una nueva huelga.

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El conflicto entre los productores agropecuarios argentinos y el Gobierno de Cristina Fernández parece no tener fin, además de suponer pérdidas millonarias para el país. Este viernes, las patronales del campo han convocado una nueva huelga comercial, la segunda en lo que va de año y la séptima desde que, en marzo de 2008, el Ejecutivo impuso un nuevo sistema de impuestos móviles a las exportaciones de granos que desató el conflicto y terminó siendo rechazado por el Parlamento.

La convocatoria del nuevo paro, que consistirá en no comercializar cereales y ganado entre este sábado y el viernes próximo, se produce un día después de que la oposición no lograra que el Parlamento debata un proyecto para eliminar o bajar, según los casos, los impuestos a la venta de granos al exterior. Además, el jueves la presidenta del país, Cristina Fernández, anunció que el Estado transferirá a las provincias y municipios el 30% de lo que recaude por el tributo a las exportaciones de soja, medida a la que también se oponen las organizaciones del campo.

En paralelo, en los últimos días algunos colectivos de productores han retomado la estrategia, practicada ya en varias ocasiones durante este largo conflicto, de bloquear carreteras como medida de protesta."No alentamos los cortes de ruta", asegura Mario Llambías, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, una de las cuatro entidades quehan convocado la huelga, que califica los cortes de tráfico de "efectos no deseados" relacionados con el hecho de que "hay mucha bronca en el campo". El dirigente ha aclarado también que "no se pretende perjudicar a la población y no va a haber desabastecimiento de alimentos".

Por su parte, el Gobierno se niega a bajar los impuestos para no afectar las cuentas públicas y cree que el paro es "una burla, un gesto de irresponsabilidad", en palabras del ministro del Interior, Florencio Randazzo, que además considera "una extorsión" los cortes de carreteras.


Comentario:

No se ve que Cristina Kirchner esté manejando la situación de manera adecuada. La situación se le puede poner peor.