Ofrezco mis servicios.

OFREZCO MIS SERVICIOS:

De comunicólogo, analista político-económico, redactor y traductor del inglés al español.

Interesados, comunicarse al 044-55-39-21-99-91 Lic. Alejandro Flores King.

Amplia experiencia profesional en Medios de Comunicación impresos como GRUPO EDITORIAL EXPANSION, periódico EL FINANCIERO, la revista TEOREMA, AGRO 2000 y PROTOCOLO.






Documento



miércoles, 21 de enero de 2009

¿Puede el acto sexual provocar depresión?

Noticia:


Como todo mundo sabe, el sexo nos hace sentir bien... o no. En años recientes, me he encontrado con varios pacientes para quienes el sexo no sólo es poco placentero sino que al parecer los lastima.

Un paciente en sus años 20, lo describió de esta manera: "después de tener sexo, me siento literalmente adolorido y deprimido casi todo el día". El paciente tenía un buen historial con respecto a su salud física y psiquiátrica: buena adaptación, trabajador, muchos amigos y una familia con vínculos fuertes. No pensé mucho en este caso sino hasta que más adelante conocí a otro paciente con una queja similar: era una mujer de 32 años que experimentaba entre cuatro y seis horas de depresión intensa e irritabilidad después de un orgasmo, ya sea en soledad o con una pareja.

Era tan desagradable que estaba comenzando a evitar el sexo.

No hay nada extraño en sentir un poco de tristeza después del placer sexual pero estos pacientes experimentaban una disforia intensa durante mucho tiempo y era demasiado perjudicial como para llamarla someramente "infelicidad".

Existe poca información sobre lo que sucede en el cerebro durante el sexo. En 2005, el doctor Gert Holstege de la Universidad de Groningen en Holanda, utilizó una tomografía por emisión de positrones (PET) para escanear el cerebro de mujeres y hombres durante el orgasmo. Entre otras cosas, Holstege descubrió una fuerte disminución en la actividad de la amígdala, región del cerebro involucrada en procesar estímulos que causan temor. Además de otorgar placer, el sexo disminuye el miedo y la ansiedad.

La antropóloga Helen E. Fisher, de Rutgers, usó imágenes de resonancia magnética para observar más ampliamente el circuito neuronal del amor romántico.

Fisher mostró a un grupo de hombres y mujeres jóvenes enamorados una foto de su amado/a o de una persona neutral.

Los sujetos mostraron una marcada activación en el circuito de compensación de la dopamina en el cerebro sólo en respuesta a la imagen de la persona amada y esta activación fue similar a la respuesta mostrada a otros estímulos como dinero o comida. ¿Podría ser algunos pacientes tienen una actividad de rebote particularmente fuerte en la amígdala después de un orgasmo y esto los hace sentir mal?

Pensé entonces en utilizar los efectos secundarios de un inhibidor selectivo de la recaptación de seratonina (SSRI) como tratamiento. Estos medicamentos producen con frecuencia disfunción sexual, de modo que para mis pacientes, podía ser beneficiosos.

Luego de tomar el antidepresivo durante dos semanas ambos reportaron que aunque el sexo era menos placentero, ya no presentaban tanto malestar después.

Existen por lo menos tres posibles razones por las que mis pacientes se sintieron mejor: el medicamento funcionó, tuvo un efecto placebo o había una fluctuación aleatoria en los síntomas, es decir, habrían aumentado de no haber hecho nada.

Si estos pacientes me enseñaron algo es que los problemas sexuales no siempre indican problemas psicológicos profundos y desconocidos. La verdad es que el órgano sexual más importante de los seres humanos es el cerebro. El sexo puede ser el más físico de los actos pero la depresión también y, a veces, ésta no es algo más que una singularidad de la biología. Fuente: The New Yok Times. Richard A. Friedman.

Comentario:

Pues ahora si que cada quien.

No hay comentarios: