Obama se sube al tren de la historia.

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Barack Obama se subió ayer al tren de la historia para colocarse en la antesala de la Presidencia y para pedir a sus compatriotas comprometerse con una “nueva declaración de independencia”, no sólo para la nación sino para sus vidas, porque, dijo, “la revolución estadounidense fue y sigue siendo una lucha continua”.

Siguiendo los pasos de Abraham Lincoln, el presidente electo inició desde Filadelfia un recorrido que lo llevó por Delaware, Baltimore y Washington DC para arroparse con la memoria y el legado de “los fundadores de la nación” que han hecho posible su victoria.

“No debemos olvidar que somos los herederos de ese primer grupo de patriotas (...) que creyeron que tenían el poder de renovar al mundo. Ese es el espíritu que debemos retomar hoy”, dijo Obama ante un nutrido grupo de simpatizantes que le vieron partir de la estación de tren de la calle 30 en Filadelfia.

“Lo que necesitamos hoy es una nueva declaración de independencia, pero no sólo de nuestra nación, sino en nuestras propias vidas para liberarnos de la ideología y la mediocridad; de los prejuicios y la intolerancia racial; para sacar lo mejor de nosotros y dejar de lado nuestros bajos instintos”, dijo Obama poco antes de partir.

A bordo del vagón que fue construido en la década de los 30, Obama se convirtió en una imagen que cientos de miles quisieron contemplar a lo lejos, a pesar de las bajas temperaturas y las estrictas medidas de seguridad. En su recorrido de poco más de 200 kilómetros, Obama procuró que más que un desfile de popularidad, su viaje se convirtiera en un recordatorio de la gesta histórica de la nación y de los retos que él y sus conciudadanos tendrán durante su presidencia.

“Los retos enormes que tenemos por delante no se resolverán pronto”, enfatizó el presidente electo, al advertir que, en el trayecto, habrá “comienzos en falso y reveses, frustraciones y desilusiones”. Pero, añadió, “nuestro futuro es nuestra opción, y si nos unimos todos, negros, blancos, latinos, asiáticos, homosexuales y heterosexuales, discapacitados y los que no lo son” podremos restablecer la esperanza.

En su recorrido por tren, Obama fue acompañado por su esposa Michelle y sus hijas Sasha y Malia, quienes pudieron ver y saludar a través de la ventanilla a las multitudes que se congregaron al paso del convoy, en un ritual que ha marcado la entronización de la era Obama. A su paso por Wilmington, Delaware, el vicepresidente electo, Joe Biden, y su esposa Jill se incorporaron al recorrido triunfal de Obama.

Al viaje por tren, que ha inaugurado el ascenso al poder del demócrata, fueron invitadas un total de 15 familias que el presidente electo tuvo la oportunidad de conocer a lo largo de una intensa campaña por la Presidencia. “Conmigo viaja gente de distintos puntos del país, cuyos sueños, esperanzas y preocupaciones se convirtieron en preocupación central de nuestra campaña y a partir de hoy son míos”, dijo Obama en un mensaje dirigido a la clase media y trabajadora.

El recorrido desde Filadelfia y hasta Washington DC, a tres días de su investidura, marca el inicio de un intenso calendario de fiestas y ceremonias oficiales:

“Tendremos la fiesta de investidura más abierta y accesible de la historia”, dijo Obama. “Será una fiesta del pueblo estadounidense”, destacó el futuro presidente mientras un intenso despliegue de seguridad ha convertido a Washington DC en una ciudad bajo estado de sitio, con poco más de 42 mil agentes velando por la seguridad de entre 3 y 5 millones de visitantes que, se calcula, llegarán desde distintas partes para ser testigos de excepción en la toma de posesión de Barack Obama.

Comentario:

¿Me pregunto cuántos de los que votaron a favor de Obama, pero como voto de castigo contra los republicanos (y contra Bush), recordará O sabrán que Lincoln era republicano?