Sarkozy quiere ser "el líder" europeo.

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Nicolas Sarkozy, el dinámico presidente de Francia, después de tener éxito como mediador en la guerra en Georgia y en la puesta en marcha de un paquete de rescate de la banca para la Unión Europea, desea imponer ahora su visión económica y convertirse en el primer presidente a nivel de la llamada Eurozona —el grupo de 15 países que utilizan la moneda común europea—.

En sendos discursos pronunciados a lo largo de la semana, primero ante el Parlamento Europeo en Luxemburgo y luego en Annecy ante un grupo de empresarios franceses, Sarkozy destacó que Europa necesita un gobierno económico capaz de hacer frente a la crisis que se avecina.

El mandatario francés desea presentar una hoja de ruta, a fines de diciembre, para buscar una solución a la Presidencia de turno de la UE, que cambia cada seis meses.

Sarkozy está convencido de que la República Checa, un país euroescéptico y que ocupará la Presidencia europea el primer semestre del próximo año, no está en condiciones de ofrecer un liderazgo apropiado en tiempos de crisis, ni tampoco Suecia, que está fuera de la Eurozona y que deberá ocupar la Presidencia en el segundo semestre.

La polémica idea de Sarkozy nació cuando el mandatario tuvo éxito en reunir, el 12 de octubre pasado, en París, a los jefes de Estado y de gobierno de la Eurozona para buscar una solución a la crisis financiera. Fue la primera reunión de ese tipo desde que existe el grupo.

Desde entonces, Sarkozy no pierde ocasión para insinuar que Europa necesita un nuevo liderazgo y destacar que los encuentros regulares de los ministros de Finanzas de la UE no están a la altura de la gravedad de la crisis. Según Sarkozy, el único gremio capaz de hacer frente a la tormenta que se avecina es un gobierno económico que represente a los 15 países que integran la Eurozona y con un jefe idóneo capaz de afrontar los grandes desafíos que están por venir: él mismo.

Pero el presidente galo cometió un error: no informó a sus socios sobre su idea y, peor aún, tampoco comunicó sus planes a la canciller alemana, Angela Merkel, una falta que volvió a envenenar las relaciones del famoso eje franco-germano, considerado como el motor de Europa.

El resultado saltó ayer viernes en Berlín. En círculos del gobierno, fuentes anónimas dejaron saber que los planes de Sarkozy encerraban un peligroso virus que podía provocar una grave división de la Unión Europea, porque no se podía ignorar la existencia de los 12 miembros restantes de la UE.

Más directo fue el gobierno checo, que señaló que no estaba dispuesto a renunciar a sus responsabilidades. “Nadie puede anular nuestra presidencia y tampoco se pueden cambiar las reglas oficiales del juego sin que todo el mundo esté de acuerdo”, dijo el ministro checo de Asuntos Europeos, Alexandr Vondra.

“La idea de dar vida a una presidencia del eurogrupo no es una decisión sabia y, en lugar de unir a Europa, puede acelerar su división”, añadió.

Comentario:

Creo que ya es todo un líder y no sólo por su personalidad, sino por sus propuestas y su papel como intermediario en varios conflictos internacionales. Cualquiera que gane la presidencia de Estados Unidos, ¿podrá lograr la estatura de este dirigente frencés?