Necesarios los primates para regenerar ecosistemas.

Noticia:

Los hábitats donde no existen primates debido a la captura, caza o extinción, tienen pocas posibilidades de que sus ecosistemas se regeneren, advirtió el investigador Alejandro Estrada Medina, de la UNAM.

El experto de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explicó que esos animales ayudan a la conservación de las diferentes especies vegetales de la selva mediante la dispersión de sus semillas y se les puede considerar los jardineros de esas zonas.

Especificó que los monos comen los frutos del dosel (copa de los árboles) que no comen otros mamíferos o aves, y al defecar dispersan las semillas por la selva, por lo cual sin ellos hay especies vegetales que no se podrían regenerar.

El investigador de la estación de biología tropical Los Tuxtlas en Veracruz destacó que gracias a que los primates viven en grupos sociales nómadas y todos los días se mueven en amplias áreas las semillas pueden ser llevadas con éxito a largas distancias.

Alertó que la conservación de estos animales se encuentra en focos rojos debido al mal estado de sus ecosistemas, la cacería furtiva y el tráfico de crías destinadas a convertirse en mascotas.

Sin embargo, el precursor en México en el estudio de simios en estado silvestre aclaró que afortunadamente las poblaciones de las tres especies de primates habitan en áreas naturales protegidas, parque nacionales o reservas de la biosfera.

Precisó que en el país existen tres especies de primates: el aullador de manto, el mono araña y el mono aullador negro, el primero habita en México y Centroamérica, mientras que el segundo en Colombia y Ecuador.

El mono aullador negro tiene un hábitat más restringido ya que 80 por ciento de su población se encuentra dentro del país en los estados de la península de Yucatán, norte de Chiapas y sur de Tabasco.

Comentario:

Este tipo de investigaciones, que además de ser contundentes, son aportaciones fundamentales para entender la dinámica de los ecosistemas y crear conciencia. No es posible que los humanos quieran tener como mascotas a determinados animales que no cumplen esa función o que sean cazados a diestra y siniestra, sin importarles su posibilidad de extinción.