Atacan centro de rehabilitación en el DF.

Noticia:

Fueron ocho personas las que murieron la noche del miércoles en el atentado contra un centro de rehabilitación para adictos, el CIAD número 18, operado por la organización Cristianos Evangélicos, informó César Ramírez Franco, vocero de la Subprocuraduría de Justicia, zona norte.

En el lugar, situado en la zona surponiente de la ciudad, murieron Joel Valles Echeverría, de 47 años; Jesús José García Ramírez, de 45 años; Felipe Villalobos Archuleta, de 35 años; Joel Humberto Chacón García, de 23 años; Javier Quiñónez, de 35 años, y Juan Manuel Martínez Montañés, de 52 años.

Se informó que Miguel Rodríguez Sánchez, de 55 años, y Luis Ángel González Corral, de 18 años, murieron al llegar al hospital.

Los lesionados internados en estado delicado son Édgar Omar Urías, de 15 años; Lucero Becerra, de 22 años; Ismael Covarrubias, de 42 años, así como Daniel López, de 42 años, y Rafael Pérez Ramírez, de 28 años.

En el centro de rehabilitación estaban 25 personas en total, y los sicarios usaron pistolas calibre 9 y 40 milímetros, y rifles AK-47 y R-15.

Isidro López Durán, pastor evangélico, dijo que en algunos de esos centros llega gente infiltrada que aparentando buscar su rehabilitación, maneja drogas y provoca conflictos. “Una de las hipótesis que tenemos sobre este caso es que fueron a matar a alguien, porque hay infiltrados vendiendo drogas sin que el pastor se dé cuenta”.

Comentó que hace dos meses en ese mismo lugar mataron al encargado. Dijo que de este tipo de centros hay 40 en la ciudad, pero en Juárez existen 800 templos cristianos evangélicos.
“La Iglesia Cristiana Evangélica no tiene un máximo líder que nos represente para asuntos religiosos o ante la autoridad civil, cada templo es su propio gobierno, éstas registran y protocolizan una asociación civil y con ello realizan labor social como son los centros de rehabilitación, escuelas para niños, asilos de ancianos, orfanatorios y otras acciones en beneficio de la comunidad”, explicó.

Reconoce que muchos de estos centros de rehabilitación no están legalmente registrados ante las autoridades. Algunos se abren en casas habitación.


Comentario:

¡Ahora es el colmo!, hasta un centro de rehabilitación es cuna de violencia. Sin embargo, hay muchos cabos sueltos: eso de que hay gente infiltrada para vender drogas, suena inverosímil y que no estén legalmente registrados, se presta a muchas interrogantes.