Frente a un sentimiento muy grande que existe en México en cuanto a la impunidad de los políticos corruptos, el hecho de que el Secretario de la Reforma Agraria, Abelardo Escobar Prieto, haya cesado de su cargo a un director de la dependencia y cancele el contrato de servicios profesionales a otro empleado, sospechosos de irregularidades administrativas, resulta muy saludable para la vida pública del país.
Se supone que cometieron un delito por disponer de recursos públicos y el siguiente paso es ser juzgado conforme a derecho.
Los acusados son el ingeniero Wilfrido Du Solier Espinosa, director general de política y planeación agraria (responsable de los programas Joven Emprendedor Rural-Fondo de Tierras y Fomento al Desarrollo Agrario (Formar) y Luis González, quien prestaba servicios profesionales para dicho programa.
Esto merece un aplauso y es una muestra que se pueden hacer bien las cosas y con honradez.
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Hace 4 años
1 comentario:
Tienes toda la razón, en un ambiente de tanta impunidad es bueno ver que a veces las cosas son como deberían ser, sin embargo, somos nosotros quienes con apatía ante los asuntos de interés públicos permitimos que la corrupción y la impunidad existan y que personas poco capases, deshonestas continuen sin exigírseles resultados.
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