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martes, 4 de noviembre de 2014

Republicanos están ante su mayor oportunidad en las elecciones intermedias en EU.

WASHINGTON, 4 de noviembre.– El cabello de Barack Obama refleja sus seis años de mandato: ha perdido color y se ha tornado gris, evolución de una Presidencia que generó euforia y que ahora produce decepción.
El fin de semana fue noticia que un candidato del Partido Demócrata al Senado quisiera compartir espacio con el Presidente, escondido por los estrategas de su partido durante la campaña.
En las legislativas se espera que el Senado pase también a manos republicanas, lo que dificultaría (aún más) sus dos últimos años en la Casa Blanca.
Sólo 44% de los estadunidenses tiene una impresión favorable del Presidente, según la encuesta que publicaron el domingo The Washington Post y ABC News. Es la cifra más baja desde que ganó las elecciones en 2008 y asumió en enero de 2009.
Los números explican que los demócratas con carreras igualadas por el Senado o la gobernación hayan evitado dejarse ver con él. Barack Obama, el presidente paria, tituló hace varios días The Washington Post. Ahora repudian al hombre que fue imagen del éxito.
“El cinismo es una opción, pero la esperanza es una opción mejor”, dijo el sábado Obama en Detroit, recuperando esas frases que lo encumbraron.
De momento, sin embargo, parece que el cinismo se impone en un país decepcionado con la parálisis de Washington los dos últimos años por las peleas entre los dos grandes partidos. Se culpa a los republicanos, pero sobre todo al Presidente, incapaz de sacar rédito a la buena marcha de la economía.
Sólo 40% de los ciudadanos con derecho a voto acudirán a las urnas hoy. Un 32% de los que vayan quieren castigar con su papeleta la política de Obama, según una encuesta del instituto Gallup.
“Esperanza” fue el lema de su campaña con la que ganó en 2008, generando una ola de euforia en Estados Unidos y en el resto del mundo. Cerca de un millón y medio de personas se congregó en el National Mall de Washington el 20 de enero de 2009, la mayor concentración de la historia de la capital, con motivo de su toma de posesión. Incluso ganó el Premio Nobel de la Paz.
Dan el peor trabajo del país a un negro, tituló el diario satírico The Onion la elección de Obama en 2008, un anticipo humorístico de las dificultades serias que iba a encontrar tras poner fin a la era del republicano George W. Bush, que dejó al país metido en dos guerras y que traspasó al primer Presidente afroamericano la mayor crisis económica desde la Gran Depresión.
Fue tanta la euforia por el cambio que el final de la crisis, la salida de tropas de Afganistán e Irak, el asesinato de Osama bin Laden, el avance en políticas de igualdad y de medio ambiente y su famosa reformaObamacare no han impedido cierta sensación de fracaso.
Aún no existe la reforma migratoria prometida, Guantánamo sigue abierto, preocupa la gestión de la crisis del ébola y muchos consideran que su inacción en Siria causó el levantamiento del Estado Islámico, visto como una seria amenaza para la seguridad nacional. Ahí siguen también Washington y sus mecanismos que él quiso cambiar.
Pero Obama aún tiene dos años para cerrar con más éxitos su Presidencia. Una eventual pérdida del Senado no sería tan relevante, ya que siempre necesitó ganarse a rivales republicanos para lograr el mínimo de 60 votos para las leyes más significativas.
El Presidente mantiene además su capacidad ejecutiva para llevar adelante ciertas políticas, pero sin hacer enfadar a los republicanos.

JEB BUSH SE DECIDIRÁ ESTE AÑO

El exgobernador de Florida, Jeb Bush, dejó entrever que antes de que finalice el año podría anunciar si aspirará a la contienda por la Casa Blanca para 2016 por el Partido Republicano.
“Voy a decidir al fin de año”, dijo Jeb a periodistas que le preguntaron si iba a declarar su candidatura, durante una visita a Miami para apoyar al gobernador Rick Scott en la carrera por la gubernatura.
Hace una semana su hijo George P. Bush dijo a la cadena ABC que su padre “aún está evaluando” una posible campaña presidencial, pero sugirió que es muy probable que sí se lance por la Casa Blanca.
Jeb es hermano del expresidente George W. Bush e hijo del expresidente George H.W. Bush.


ES UN REFERÉNDUM SOBRE EL PRESIDENTE: RAND PAUL

Los candidatos republicanos confían que el descontento de los votantes con Barack Obama, un presidente convertido en una piedra colgada al cuello de los demócratas, les dará la mayoría en el Senado.
“Esta elección se convirtió en un referendo sobre el Presidente”, puntualizó el senador republicano Rand Paul en declaraciones a un programa de televisión. “Él estará indirectamente en la boleta”, agregó.
“Es obvio que Obama se convirtió en un ancla para los demócratas”, comentó Ron Bonjean, un estratega electoral republicano al periódico The Hill, especializado en cubrir al Congreso.
El de Obama “es un camino de héroe a piedra de molino”, anotó por su parte el diario The Washington Post, en un señalamiento que como el reporte de The Hill recogió una impresión prevaleciente en medios políticos estadunidenses, donde los comicios de hoy son vistos como un referendo sobre el gobierno de aquél.
El Partido Republicano buscó, y logró, hacer de las elecciones intermedias un voto sobre la popularidad de Obama, sobre la base real o percibida de grandes fallos del gobierno y temores de los estadunidenses, del ébola al “califato islamico”, de inmigración a problemas en el sistema de salud.
La percepción es tan negativa que muchos candidatos demócratas prefirieron deslindarse de Obama durante sus campañas. De hecho, hubo casos como el de Alison Lundergan Grimes, candidata demócrata a senadora por Kentucky, que se negó incluso a decir si había votado por el Presidente en 2008 y 2012.
Josh Earnest, secretario de prensa de la Casa Blanca, expresó que “en última instancia, los candidatos demócratas tendrán que desarrollar estrategias propias en sus estados y averiguar cómo exactamente se hace eso. Por lo tanto, debe ser su decisión; es su campaña y su nombre el que está en la boleta electoral”.
Otra de las estrategias del Partido Republicano se enfocó en criticar en la forma en que la administración Obama enfrentó a distintas situaciones como el ébola y las deficiencias en el Servicio Secreto, aseguró la misma fuente.
Por ello los mismos republicanos enfocaron su campaña en los errores del Presidente, y en palabras de Julian Zelizer, historiador político la Universidad de Princeton: “los partidos de oposición tienen la ventaja de que pueden apilarse sobre un Presidente impopular”.
El estilo de Obama favorece la impresión de que no es decisivo y está desconectado. “(George W.) Bush es un líder al que no le gusta pensar... Obama es un pensador al que no le gusta encabezar”, dijo Ian Bremer, presidente del Eurasia Group, un grupo de análisis de riesgo.
Los problemas se hicieron más difíciles para los demócratas al intentar darle un giro a su mensaje económico, además los éxitos del mandatario en esta materia son relativos y la misma Casa Blanca admitió que la economía se encuentra en recuperación, pero son pocos los americanos que lo ven reflejado en su salario, aseguró el rotativo.
“Ustedes saben, todavía hay mucha gente que está trabajando duro, pero tiene problemas para llegar a fin de mes”, dijo el Presidente en Rhode Island.
Según The Hill, Obama luce decepcionado por su destino en esta elección. De acuerdo con The Washington Post, parte del problema es que la agenda fue impuesta por la realidad, y el gobierno de Obama, en su larga búsqueda de un elusivo acuerdo bipartidista, acabó por ser responsabilizado.

GUÍA PARA LOS COMICIOS

Estados Unidos elige hoy a una buena parte de su Congreso. Esta es una guía con preguntas y respuestas para entender las elecciones de mitad de mandato que influirán en los dos últimos años de Barack Obama como presidente.
  • ¿Qué se elige hoy?
El Congreso en Washington se compone de dos cámaras. Todos los 435 puestos de la Casa de Representantes se renuevan completamente cada dos años. Los 100 miembros del Senado, sin embargo, se eligen para seis años, por lo que sólo se renueva cada dos años un tercio. Hoy están en disputa 36 asientos.
  • ¿Qué importancia tienen las elecciones al Congreso de
    este año?
En juego está la capacidad de maniobra de Barack Obama, que ya es limitada porque apenas puede llevar propuestas de ley al Congreso. Aunque su Partido Demócrata, tiene la mayoría en el Senado, los republicanos dominan la Casa de Representantes. Si Obama pierde también la mayoría del Senado, ya no podría aprobar sin ayuda de los conservadores ni siquiera los nombramientos para ocupar las principales posiciones de su gobierno.
  • ¿Pueden los demócratas mantener el gobierno?
Las encuestas dicen que no. Actualmente hay 53 senadores demócratas y dos independientes, que suelen votar con los demócratas. Los republicanos ocupan 45 puestos, por lo que deberían ganar seis asientos más para marcar la pauta también en el Senado. Según The New York Times, hay 70 por ciento de posibilidades de que los republicanos conquisten el Senado. The Washington
Post
 eleva la cifra a 95 por ciento.
  • ¿Qué carreras por el Senado están más igualadas?
Las encuestas dan situaciones de casi empate en estados como Nueva Hampshire, Carolina del Norte, Kansas, Iowa, Alaska, Colorado y Arkansas. En caso de empate, las miradas se dirigen a Louisiana y Georgia. En ambos estados el candidato ganador debe lograr más de 50 por ciento. Si no, habría una segunda vuelta en diciembre o enero.
  • ¿Podría Obama recuperar la Cámara de Representantes?
No hay la menor esperanza. La Cámara seguirá en manos republicanas, según todas las encuestas. Actualmente hay 233 legisladores republicanos, 199 demócratas y tres vacantes, por lo que el partido de Obama debería ganarle a su rival 17 asientos para tener mayoría. No sólo no se ve posible, sino que los demócratas podrían perder varios lugares.
  • ¿Qué más se vota hoy?
Se eligen 38 de los 55 gobernadores de Estados Unidos, entre ellos los de California, Texas, Florida y Nueva York. Los gobernadores son la principal autoridad en su estado y muchas veces una rampa de lanzamiento para luego ser presidente. También eligen alcalde 173 ciudades, muchas de ellas desconocidas fuera de Estados Unidos, aunque también en la capital, Washington, sus habitantes están llamados a votar.
Alaska, Florida y la capital, Washington D.C., votan sobre la legalización de ciertos derivados de la cannabis. En Florida se decide sobre el uso médico de una determinada cepa y en el estado de Washington, donde fumar mariguana ya es legal, se decide sobre los impuestos a pagar. En Maine, Massachusetts, Michigan o California hay una serie de iniciativas regionales sobre el tema cannabis. En Colorado, el primer estado en legalizar la mariguana, se votan varias propuestas para dar marcha atrás a la decisión.
Seis referendos regionales en Ohio, Texas y California quieren prohibir la extracción de gas por fracking, que consiste en inyectar en el terreno agua a presión mezclada con químicos para favorecer la salida de gas y de petróleo. Los defensores del medioambiente están preocupados por sus efectos futuros.
Una iniciativa en Colorado quiere que a los no nacidos se les defina como “persona” y “niño” en el derecho penal, lo que dificultaría los abortos.
(Con información de DPA)

ELECCIÓN COSTÓ 4 MIL MILLONES DE DÓLARES

Terminaron los dos años de campaña para las elecciones intermedias de Estados Unidos, las más caras de la historia con un valor de 4 mil millones de dólares, y hoy se decide cómo se conformará el Congreso.
Aunque los republicanos son favoritos para conservar la Cámara de representantes y obtener el control del Senado, los demócratas todavía tienen una esperanza para seguir conservándolo.
Para DuBose Porter, presidente ejecutivo del Partido Demócrata en Atlanta, el poder de las minorías, como son los hispanos y los votantes con preferencias sexuales diferentes, así como las mujeres, son el ancla para conservar el Senado, pues en una elección cerrada como la que se espera hoy, ellos harán la diferencia en entre medio y un punto porcentual.
Aunque se dice consciente de que los demócratas perderán escaños en el Senado este año, y los republicanos esperan que la elección se convierta en un año “ola”, en el que los votantes estadunidenses se inclinen contra un partido, Porter dice que aún así se quedan con el control de esa parte del Congreso.
Allen West, exrepresentante republicano, dijo a Excélsior que una de las principales razones por las que su partido está a punto de ganar el Senado, es que los demócratas están defendiendo un gran número de escaños en estados que ganaron en 2008.
“Como sabrán, los republicanos podrían tomar el Senado simplemente al ganar seis de siete asientos de los demócratas en los estados en que Obama perdió en 2012: Virginia, Montana, Dakota del Sur, Alaska, Arkansas, Louisiana y Carolina del Norte, o ganar en Kentucky y Georgia, donde está cerrada la pelea. Inclusive, podrían tomar un par de asientos en Colorado, Iowa y Nueva Hampshire, pues hay inconformidad de la población, inclusive hispana, contra la actual administración”, dijo West.
Si los republicanos barren los “estados rojos” y ganan Colorado y Nueva Hampshire, el partido puede tener una gran opción para ganar las elecciones de 2016, según los analistas.
Las últimas encuestas de NBC News/Maristas, publicadas el domingo, dan al republicano David Perdue una ventaja de 48% sobre la demócrata Michelle Nunn en Georgia.
En términos generales, los estrategas de ambos partidos han tratado de manejar las expectativas acerca de lo que significan las elecciones intermedias de 2014 para la elección presidencial de 2016.
Aunque la participación tiende a ser mayor en los años presidenciales, los republicanos se enfrentan a una sociedad que podría dar a los demócratas el punto que les permita mantener el control del Senado, cuyo nombre es la coalición de Obama: jóvenes, mujeres solteras y las minorías como los hispanos.
“En Colorado, un estado con tendencia demócrata, las fuerte actuación de las mujeres y la creciente población latina, podrían originar un efecto dominó en otros estados”, asegura Antonio Molina, director representante de los hispanos en el Partido Demócrata de Georgia.
En esta parte de EU, el senador demócrata Mark Udall se enfrenta a un intenso desafío contra el congresista republicano Cory Gardner, que ha logrado cerrar la brecha de género en una serie de encuestas, a pesar de los ataques constantes sobre que es un extremista sobre el aborto.
“Grupos latinos están apoyando a Udall sobre Gardner, que ha sido cauteloso acerca de su posición sobre la inmigración, pero existe la preocupación de que la combinación del tono amenazante de Gardner, y la decepcionante decisión de Obama de retrasar la acción ejecutiva en las deportaciones, podría mitigar su impacto en la contienda”, asegura por su parte Jenn Medeiros, asistente de comunicación de la organización Emily’s List, que impulsa el voto femenino.
Adicionalmente, para los analistas, los demócratas han invertido millones de dólares en una operación diseñada para hacer que el electorado puedan competir contra el llamado “voto blanco y de edad”, que son aquellas personas conservadoras y adultas.

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