¿Otra vez el caiga quien caiga?

Con todo respeto para los que simpatizan con el PRI y nuestro actual presidente, Enrique Peña Nieto, desde que pasó lo de Ayotzinapan, sólo hemos visto a un mandatario abatido y desencajado. Nunca se había visto así. Por el contrario, con su éxito en las reformas recién aprobadas, se le veía muy "contentillo". Con esa cara de abatimiento, no ayuda en nada a mejorar el panorama del país. Lo que más nos debería de preocupar a todos los mexicanos, además de su falta de carácter, es que encuentren a los 43 normalistas desaparecidos, Por que si no, yo no se que pueda pasar de ahora en adelante y apenas estamos a casi dos años de su gobierno. Con las frases de siempre y que particularmente me recuerdan a las del ex presidente Luis Echeverría Alvarez, dice: se hará la investigación y llegará “tope donde tope”. Faltó decir: caiga quien caiga y con Echeverría sólo cayó Alfonso Martínez Domínguez, a quien agarró como chivo expiatorio, cuando muchos sabíamos que el autor de la represión del 10 de junio de 1971 fue el mismo "Don Luis".