Zelayistas causan nuevos disturbios.

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Cientos de simpatizantes del depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya, chocaron ayer nuevamente con las fuerzas de seguridad, en una manifestación en la que exigieron la restitución del gobernante.

La policía arrestó a 40 personas al allanar la Universidad Pedagógica de Tegucigalpa, utilizada como albergue por cientos de simpatizantes de Zelaya que llegaron desde el interior del país para protestar contra el gobierno golpista. Otros 55 manifestantes fueron capturados en el centro de la ciudad, donde se registró un enfrentamiento entre los seguidores del líder depuesto y oficiales policiales.

Oficiales con escudos y equipos antimotines impidieron el paso de la marcha en una vía que llega al cuerpo legislativo y lanzaron gases lacrimógenos contra el grupo de manifestantes.

Los zelayistas respondieron con piedras a los gases lacrimógenos, según dijo un testigo. Los choques dejaron algunos heridos leves. Testigos relataron que el vicepresidente del Congreso, Ramón Velásquez, fue identificado en las calles aledañas, lo que inició acciones de repudio en su contra y la posterior actuación de las fuerzas del orden para defender al funcionario.

Las personas corrieron por las estrechas calles del centro de la capital hondureña para evitar el efecto de los gases, mientras que otros de los manifestantes lanzaron objetos contundentes contra fachadas de edificios y comercios, cerrados previamente debido a la movilización.

Ingresan a universidad

Fuerzas militares ingresaron también a las instalaciones de la Universidad Pedagógica, donde pernoctan manifestantes del interior del país, y lanzaron gases lacrimógenos contra los ocupantes. Rescatistas sacaron del centro a al menos cinco personas heridas. Dirigentes zelayistas dijeron por su parte desconocer la razón de la violencia y llamaron a sus partidarios a continuar las manifestaciones hoy.

En la primera jornada, el lunes, los manifestantes quemaron un autobús y un restaurante de comida rápida, además de romper las vitrinas de varios comercios, con un saldo de 47 arrestados.

En este marco, el presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, reafirmó en declaraciones a periodistas nicaragüenses, que en su país se realizarán las elecciones generales el próximo 29 de noviembre.

Al mismo tiempo, Zelaya se entrevistó en Brasil con el presidente Luiz Inacio Lula da Silva y dijo que seguirá luchando por retornar al poder. También lanzó un llamado a los gobiernos de la región para tomar medidas tanto para reponer el orden constitucional en su país como para evitar que estas situaciones se vuelvan a repetir en Latinoamérica.

Lula se comprometió a hablar con su colega Barack Obama para que EU aumente la presión, a fin de lograr la reinstalación de Zelaya. El depuesto mandatario tiene previsto reunirse hoy en Chile con la presidenta Michelle Bachelet, cuyo gobierno desconoció al embajador hondureño Francisco Martínez, quien se alió con los golpistas.

El canciller chileno Mariano Fernández informó que el gobierno demandó al embajador Martínez la devolución de sus “inmunidades diplomáticas” a petición de Zelaya.