Talibán golpea Kabul en vísperas de elección.

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Al menos siete civiles afganos murieron y otras 91 personas resultaron heridas ayer, después de que un atacante suicida se hiciese volar por los aires en el centro de Kabul frente al cuartel general de las fuerzas internacionales de la ISAF, al mando de la OTAN, a sólo cinco días de que se realicen las elecciones presidenciales.

La ISAF señaló que entre los heridos hay “varios” soldados extranjeros de sus tropas. Además, resultaron lesionados cuatro miembros de las fuerzas de seguridad afganas y una diputada del Parlamento.

Antes, la emisora afgana Tolo TV había informado que entre las víctimas se encontraban ocho extranjeros. El atentado se produjo en el barrio Wasir Akbar Khan, en el que hay varias representaciones diplomáticas.

El atentado fue el peor ataque que ocurre en la capital afgana en los últimos seis meses.

El agresor logró burlar varios anillos de seguridad instalados por la policía afgana y logró detonar los explosivos a la entrada del cuartel principal de la fuerza internacional, un atentado que posiblemente tenía por objetivo reforzar el mensaje de los talibanes, que han amenazado con lanzar atentados durante la jornada electoral. Los rebeldes talibanes reivindicaron ya el ataque. Un portavoz de los insurgentes señaló que un atacante suicida de nombre Ahmad hizo estallar un vehículo Toyota cargado con 500 kilogramos de explosivos.

El ataque mató al menos a 25 extranjeros, agregó el portavoz talibán, entre ellos varios soldados de la misión de la OTAN en Afganistán y diplomáticos de la embajada de Estados Unidos, ubicada en Wasir Akbar Khan, al igual que el cuartel central de la ISAF y la sede del gobierno del presidente afgano, Hamid Karzai. Las informaciones de los talibanes, sin embargo, son consideradas poco fiables, ya que en el pasado se ha podido comprobar a menudo su falsedad.

El ataque ocurrió cuando los afganos se preparan para sus segundas elecciones presidenciales directas de su historia. Los extremistas han advertido a los afganos que no voten y amenazan con efectuar atentados contra los puestos de votación.

El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, condenó el atentado, pero aseguró que la insurgencia talibán no logrará evitar, con sus ataques, que los afganos acudan a las urnas en las elecciones del próximo jueves.

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, también condenó el ataque suicida y se mostró preocupado por la “violencia indiscriminada” que sacude a Afganistán, dijo un portavoz en Nueva York. Los gobiernos de Francia y Alemania se sumaron a la condena a la violencia de los talibanes en vísperas de las elecciones y reafirmaron su compromiso con la estabilización y la reconstrucción de Afganistán.

En tanto, el Ministerio de Defensa británico informó anoche que perdió ayer a su soldado número 200 en Afganistán.

El soldado falleció en Gran Bretaña por las heridas que sufrió el jueves pasado en la provincia de Helmand, cuando explotó una bomba a su paso.