Mediador pide a Chávez no meterse en Honduras.

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Al finalizar, sin acuerdos, dos días de reuniones para resolver la crisis institucional generada por el golpe de Estado en Honduras, el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, y las comitivas del depuesto gobernante, Manuel Zelaya, y del mandatario de facto, Roberto Micheletti, pidieron ayer al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que deje “a los centroamericanos resolver los problemas de los centroamericanos”.

En una declaración a la que se adhirieron ambas delegaciones, y sin mencionar al venezolano por su nombre, el mediador y gobernante costarricense se refirió al ataque lanzado ayer por Chávez contra el diálogo iniciado el jueves en esta capital entre los dos bandos. Chávez dijo que la cita en San José es un “aborto de Washington” porque nació “muerto”.

Chávez también consideró en Caracas que sería “importante” que el Grupo de Río (G-Río), principal mecanismo latinoamericano de concertación política, se reuniera en la Ciudad de México para analizar la crisis hondureña.

“Para quienes no creen en lo que estamos haciendo aquí, para quienes fustigan nuestras intenciones, les digo que no seré yo, ni los delegados que tan arduamente han trabajado, quienes desmentiremos sus acusaciones”, replicó Arias. “Serán los acuerdos que los sectores alcancen. Será la paz que regresará a Honduras” y la estabilidad que surja de la voluntad conjunta, subrayó.

En rueda de prensa realizada en el Palacio de Miraflores, Chávez dijo que el G-Río, cuyo presidente pro témpore es México, podría ayudar a destrabar la crisis en Honduras tras el golpe de Estado contra el mandatario Zelaya, el 28 de junio pasado. El presidente venezolano criticó que Arias haya dado el “mismo trato” al presidente de facto de Honduras que al depuesto presidente.

No callaré a nadie: Arias

“No mandaré a callar a nadie”, alertó ayer Arias, al final de la tarde, al cerrar dos días de pláticas en su casa. “Una vez más pido que nos dejen a los centroamericanos resolver los problemas de los centroamericanos, como lo hicimos 22 años atrás”, insistió, al recordar que los gobiernos del istmo firmaron la paz en 1987 para solucionar las guerras en la zona.

La comitiva de Zelaya recalcó que el único arreglo es restituir al depuesto presidente, pero la gente de Micheletti rechazó esa opción y replicó que todo acuerdo debe ajustarse a la Constitución Política. Mientras la delegación del gobierno golpista lamentó la declaraciones de Chávez, la comitiva del gobierno de Zelaya dijo que el comentario del venezolano muestra que la crisis en su país es de dimensión global.

Más tarde, se informó en Washington que el secretario adjunto de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Thomas Shannon, se comunicó telefónicamente con Chávez para tratar la situación hondureña.

Zelaya y Micheletti estuvieron en Costa Rica el jueves y se entrevistaron por separado con Arias, pero rechazaron dialogar cara a cara y designaron comisiones que, ese mismo día, empezaron a trabajar. Los grupos mostraron su anuencia a seguir dialogando cuando se les convoque. El equipo de Zelaya sugirió que la próxima semana.

El canciller del gobierno de facto, Enrique Ortez Colindres, quien se refirió al presidente estadounidense Barack Obama como “negrito”, renunció a su cargo. De inmediato, Micheletti lo designó ministro de Gobernación y Justicia. (Con información de agencias)


Comentario:

Es bueno ponerle un alto al que más acostumbra meterse en los asuntos de otros países: Hugo Chávez. El segundo es Fidel Castro.