PF espera orden para desalojar Cananea.

Noticia:


Las fuerzas federales de apoyo (adscritas a la Policía Federal) han definido el operativo para desalojar a los mineros que tienen tomadas, desde hace 21 meses, las instalaciones de Grupo México en esta localidad sonorense… sólo esperan la orden.

“Cuando avancemos, ellos (los mineros) nos van a atacar desde las alturas”, advirtió —en una plática con EL UNIVERSAL— el mando operativo a cargo de los mil oficiales de la Policía Federal desplegados aquí.

Además, confirmó que personal de inteligencia del Ejército, la Policía Federal y del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) realiza recorridos, en grupos de seis, a fin de contabilizar a los trabajadores, conocer la zona y definir la forma de recuperar la mina de cobre.

Los inconformes se mantienen firmes. Confían en la suspensión provisional que les otorgó el juez segundo de Distrito en materia laboral. “Si la Policía Federal viola la suspensión… estará fuera de la ley”, ataja el líder sindical Sergio Tolano Lizárraga.

Por ello, exhortó al secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, a que respete el derecho de huelga y evite ordenar la intervención de la fuerza pública.

En un programa de radio, Tolano Lizárraga señaló que la Secretaría de Trabajo y Previsión Social ha demostrado que está a favor de la empresa, Grupo México, en lugar de apoyar y defender los derechos de los obreros, pues negaba la existencia del amparo.

Al respecto, la STPS emitió anoche un comunicado donde reitera que “es absolutamente falso” que se haya otorgado un ampatro indirecto al sindicato minero, como lo informó esa organización, porque ese recurso, que se tendría que promover contra la sentencia de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, no se ha presentado ante esta instancia.

El día transcurrió lento. Llegaron federales con equipo antimotín, que estaban en Ciudad Juárez. En grupos acuden a tiendas de abarrotes o hacer recorridos con videocámaras en las inmediaciones de la sede sindical.

Fue viernes y hubo largas filas de mineros para el “pase de lista”. Sonríen, juegan, se gritan… son rudos. Los 500 pesos que reciben a la semana por parte del sindicato les alcanzan para comprar lo básico y atender sus hogares: huevo, sopa, leche y agua.

En la fila que se ha formado a la entrada del teatro de la sección 65 está Javier. Tiene 33 años y espera su cuarto hijo. Usa pantalón de mezclilla, sudadera deportiva con gorra y gafas de sol. Lamenta: “La última vez que recibí reparto de utilidades, fueron 270 mil pesos… éramos felices… a veces la gente no entiende el riesgo que corremos dentro de la mina y lo que vale en dinero líquido lo que producimos… nos jugamos la vida… y hoy no hay ni para comer… los ahorros se fueron”.

Aquí, los mineros se han conocido y están unidos. Mientras los oficiales se mantienen acuartelados en cuatro hoteles.

El mando federal precisa: “Estamos a la espera de cualquier orden. Si hay que desalojar, primero dialogaremos con ellos y pediremos que se retiren pacíficamente… si alguien se resiste a un mandato de un juez, entonces habrá todos los consignados necesarios”.

La PF describe así la zona: son tres puertas de acceso a la planta. Para llegar a cualquiera, se debe pasar por una calle donde se ubica la sede de la sección 65 del sindicato y tomar una pendiente hacia abajo. Frente a la puerta uno hay una calle ancha que alcanza 50 metros entre construcciones de una manzana a otra. Estacionamientos, vías del tren.

Para llegar a la dos, se debe ascender por una pendiente de 20 grados, donde se han colocado barricadas. “Tienen montones de balines de acero. Pesan entre 500 y 700 gramos y para lanzarlos tienen hondas. Un impacto puede matar a cualquier persona, destruir cascos, escudos y caretas… pero estamos preparados y sólo esperamos órdenes”, dice.

Advierte que si hay un enfrentamiento, la fuerza implementada por la Policía Federal será de uno a uno, pero que si es necesario, se reforzará el operativo con personal que se encuentra en Nogales, Caborca, Puerto Peñasco, Santa Ana y Hermosillo. “Sólo esperamos la orden”.


Comentario:

Tensa la situación en Cananea. Realmente, no es la forma de solucionar un conflicto. Ni los trabajadores insistiendo en quedarse en el lugar, ni las autoridades amenazando con el uso de la fuerza.¿Dónde queda el diálogo de un gobierno democrático?