Evo cumple sueño: hoy estrena Constitución.

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Un día histórico”, en un lugar donde se escribió la historia trágica y reciente todavía del país. El 7 de febrero y la avenida 6 de marzo de El Alto, la combativa región de los extramuros paceños, serán la fecha y el sitio escogidos por el presidente boliviano Evo Morales para promulgar, con un acto multitudinario y popular, la nueva Constitución del Estado, una de las metas más ansiadas por el gobierno desde su advenimiento en 2006, y que le permitirá al mandatario, al menos, una nueva elección.

Dos semanas después del referéndum en la que fue aprobada por 61.4% de los bolivianos, entrará en vigor la nueva Constitución indigenista, socialista y proautonómica y multiétnica, resultado de un complejo proceso constituyente, de un extenso conflicto entre regiones y de un acuerdo político entre el gobierno, la oposición parlamentaria y los cinco departamentos proautonomistas (Santa Cruz, Sucre, Pando, Beni y Tarija), luego de la matanza de Pando, en septiembre pasado, donde el accionar de paramilitares y sicarios se cobró la vida de 13 personas.

“Bolivia, de norte a sur y de este a oeste, estará de fiesta mañana”, expresó ayer el vicepresidente Álvaro García Linera, para quien la nueva Carta Magna “es la señal institucional más fuerte del desmontaje de los abusos y discriminaciones”.

“Nunca se le pidió al pueblo que opine sobre las distintos constituciones que tuvo el país”, acotó el vicepresidente.

García Linera confirmó que, tras la promulgación, la primera medida del gobierno para adaptarse a la nueva Constitución será la modificación de su estructura interna, que necesariamente implicará cambios de cartera.

“Lo fundamental es que lo primero que hace el gobierno es adecuar la estructura organizativa del Poder Ejecutivo a lo que requiere y manda la nueva Constitución”, dijo el vicepresidente.

La nueva ley fundamental boliviana regirá desde el mediodía de hoy, dos horas después de que comience el acto en la avenida 6 de Marzo de El Alto, donde en octubre de 2003 perecieron más de 60 personas durante la represión a manos del defenestrado gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada.

Más allá de que el texto fue apoyado por la mayoría, la oposición considera que “se necesita un pacto nacional, un gran acuerdo político para plasmar todo lo que falta”, sobre todo en vista de la polarización y la fractura política que siguen vivas en oriente y occidente, según dijo el presidente del Senado, Oscar Ortiz.

Aún no se sabe cómo se plasmarán las autonomías, no sólo las departamentales sino las comunitarias, municipales, regionales y de pueblos originarios, las que están garantizadas a través de la nueva Carta Magna.

El acto, en el que estarán presentes el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza; el canciller venezolano Nicolás Maduro —en representación del presidente Hugo Chávez, sumido de lleno en su propia campaña con vistas al referéndum— y la premio Nobel de la Paz, Rigoberto Menchú, entre otros representantes de organismos y países latinoamericanos, será la puesta en escena y el inicio de la nueva etapa constitucional del país.

Aun así, su aplicación formal necesita “normas que deberán ser negociadas en el actual Congreso durante el proceso de transición” y otras “de aplicación inmediata que promulgará el gobierno por decreto”, según García Linera.

En el camino que aún le queda por recorrer al nuevo texto, los artículos fundamentales del proceso de cambio en que se está embarcando el país deberán ser aprobados por la futura Asamblea Legislativa Plurinacional, que sustituirá al Congreso actual. En ese contexto se enmarca la ley para la autonomía de los departamento de la Media Luna, en la que el “No” a la Constitución y al propio gobierno volvió a ganar, hace 15 días.

Comentario:

Pues ya se salió con la suya. A ver si la nueva Constitución une o desune.