Comienza en Irak nueva era.

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Los iraquíes participaron ayer en unas elecciones provinciales que ayudarán a definir su futuro. Sin importar el resultado, está claro que los estadounidenses están preparando su salida y que la mayoría de los iraquíes están listos para verlos marcharse.

Las señales de apartamiento mutuo abundan. En los días previos a las elecciones, se podía viajar sin correr riesgos desde cerca de la frontera con Turquía, en el norte de Bagdad, hasta el sur de Basora, a unos kilómetros del golfo Pérsico, sin ver un solo convoy de EU. En la Zona Verde, otrora sede del gobierno de ocupación, los estadounidenses se han retirado y trasladado al nuevo complejo de la embajada. Soldados iraquíes se encargan de la seguridad en los puestos de vigilancia del área.

Helicópteros estadounidenses aún pueden verse en el cielo, pero en el suelo lo que hay son botas iraquíes. Los norteamericanos ya están preocupados por mejorar la seguridad en el camino que conduce a Kuwait, porque pronto empezarán a transportar por ahí mucha de la infraestructura que tienen en sus bases en Irak.

En retrospectiva, es evidente que el ambiente es distinto, el poder ha cambiado, el mundo no es el mismo. En EU, muchos consideran que la guerra ya terminó, aunque más de 140 mil soldados estadounidenses permanecen en suelo iraquí.

El presidente de EU, Barack Obama, ha dejado en claro que Irak no es su guerra; que quiere centrarse más bien en Afganistán. Y en plena crisis económica, simplemente no hay dinero suficiente para que el país siga gastando cientos de millones de dólares diarios en la nación iraquí.

Los argumentos que aún se escuchan en Washington sobre la forma y el momento en que se podría realizar la retirada de tropas, este año, parecen sin sentido aquí, dado cuánto desean los iraquíes demostrar que pueden gobernarse solos y cuánto desean los estadounidenses delegar la responsabilidad a los iraquíes para cumplir con los plazos para el retiro.

No es que la guerra esté terminada. En las provincias de Nineveh y Diyala se siguen registrando ataques de la contrainsurgencia y el Ejército está rastreando señales de actividad de grupos sunitas extremistas en las conflictivas zonas que rodean Bagdad, la capital.

Pero, por ahora, el resto del país parece en calma. Las elecciones provinciales de ayer eran una especie de examen de estabilidad política, uno sobre si los iraquíes pueden empezar a resolver sus tensiones étnicas y sectarias en las urnas. Por lo pronto, los iraquíes pasaron una prueba: la de celebrar elecciones en calma. Los de ayer fueron los comicios más pacíficos desde la caída de Saddam Hussein. Los iraquíes acudieron a elegir a concejales provinciales, sin que se registrara ningún ataque de importancia.

El propio presidente Obama, calificó la jornada como un importante paso para que los iraquíes asuman la responsabilidad de su futuro. “Felicito al pueblo de Irak por haber celebrado elecciones provinciales significativas”, dijo en un comunicado.

En Irak, el ambiente era festivo. “Los dedos morados han vuelto para reconstruir el país”, dijo el primer ministro Nuri al-Maliki luego de que cerraran las urnas de votación, haciendo referencia a las manchas indelebles de tinta que quedaron en los dedos de los iraquíes que acudieron a votar.

Después de todo, las más recientes elecciones en Irak se habían realizado en 2005, en medio de una insurgencia sunita inspirada en Al-Qaeda, y fueron seguidas por un aumento de las matanzas sectarias entre los alguna vez dominantes árabes sunitas y la mayoría chiíta musulmana. Pero en el último año, la violencia ha disminuido significativamente y las cifras de muertos por ataques alcanzaron en enero sus niveles más bajos desde que comenzó la invasión de EU, en 2003.

En este contexto es que EU comenzó a distanciarse, en noviembre pasado, cuando el Parlamento iraquí aprobó un acuerdo de seguridad que puso fecha a la retirada, para finales de 2011. Desde entonces, el ánimo de los iraquíes ha cambiado. Si todo sale bien, “Estados Unidos no necesitará muchas tropas aquí”, dijo Jawad al-Bolani, ministro del Interior, en vísperas de las elecciones. “Los estadounidenses necesitan enfocarse en algo distinto a la seguridad. Irak necesita que EU empiece un nuevo capítulo.” (Con información de agencias)

Comentario:

Yo no "lanzaría las campanas al vuelo", aunquen mucho depende de los resultados de las elecciones, de su contundencia y del nuevo gobierno. Sin embargo, los rebeldes pueden aprovechar el "relajamiento" y retiro de tropas estadounidenses, para incrementar sus ataques.