Todo el marisco sube y caro nadie lo compra.

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Asombrada, doña María Cruz Hernández Sánchez exclamó: “¡Todo el marisco está subiendo y no podemos venderlo más caro porque la gente no lo compra!”.
No es la única expendedora del mercado de mariscos de esta ciudad —centro comercial del istmo oaxaqueño— que muestra esa mezcla de preocupación y espanto por el encarecimiento de los pescados y camarones.

A su lado, doña Valentina Guerra también se queja porque su esposo, Isidro, pescador de Playa Vicente, agencia de esta ciudad, enfrenta semanas en que no pesca “ni siquiera para la gasolina del dueño de la lancha”.

Se enteraron, por las noticias, que la flota camaronera del país está en paro desde el 1 de enero, aunque no sabían exactamente por qué. Es en protesta por el aumento al diesel, se les dijo. “Ah!, entonces está bien. Apoyamos ese paro”, expresaron.

“Yo creo que por eso ahorita el precio del kilogramo de camarón fresco está a 80 pesos, porque antes de diciembre estaba a 70 pesos y ya nos dijeron que en unos días más subirá a 85 y también seguirá elevándose el costo de la corvina y de la lisa”, indicó doña María Cruz.

Hace dos meses, el kilogramo de la lisa costaba 18 pesos, “ahora está a 25” y el de corvina estaba en 40 pesos, “pero desde que empezó el año ya cuesta 50 y no le ganamos mucho, porque si lo vendemos más caro, la gente no compra”.

Entre bromas en zapoteco, su lengua materna, doña María dijo que “si me invitan, con gusto iré a la marcha de protesta en Salina Cruz”, porque su esposo Pedro Ángel, un pescador que se gana la vida en Playa Vicente, ya resiente la carestía.

“Él es chalán en una lancha, porque somos pobres, pero hay días que no hay nada de pescado ni de camarón, pero eso sí, me dice que la gasolina está sube y sube y pues eso nos espanta, porque hace falta dinero para mandar a mis tres hijos a la escuela”, añadió.

“Nunca habían subido tanto los productos”

“Ahorita no hay ganancias. Es la verdad”, señaló por su parte doña Valentina Guerra, quien explicó que el precio del kilogramo del pescado conocido como robalo subió de 60 pesos a 85 pesos en menos de 15 días.

“¿Quién va a comprarnos el pescado así de caro? Aquí en el mercado hay días que no acabamos de vender los cinco kilos que traemos de puro fiado y hay que salir a las calles a venderlos, porque se tiene que pagar”, puntualizó.

La preocupación de las vendedoras zapotecas es compartida por las mujeres que comercializan el camarón oreado bajo el sol y en agua caliente desde la zona huave, en la región oriente del istmo, casi en los límites de Chiapas.

“Nada más por el aumento de la gasolina, el pasaje de Ixhuatán a Juchitán subió de 40 a 50 pesos y por cada paila (bandejas de plástico con 25 kilos de camarón oreado), pagamos otros 30 pesos más”, detalló doña María del Carmen Torres.

El precio del kilogramo del camarón oreado o seco, de tono rojizo y con poca sal, amaneció ayer en el mercado de esta ciudad a 120 pesos. “Antes de diciembre estaba a 80 pesos y si sigue subiendo, no se qué va a pasar”, abundó.

“Nunca había visto que subiera tanto el marisco y mire que llevo 31 años vendiendo camarones y pescados”, remató doña María Cruz Hernández.

“Ojalá y baje el precio del diesel y la gasolina, porque la verdad, todo está caro”, precisó la mujer.

Comentario:

Que no cunda el pánico, esta situación no puede continuar. Con la congelación del precio de la gasolina y el gas y otras medidas que seguramente implementará el gobierno, la situación tenderá a estabilizarse.