Estudian reactivar el campo el campo capítalino.

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Con el objetivo de reactivar el campo del Distrito Federal con programas e incentivos para la siembra y reducir así los impactos de la crisis en estos sectores, la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec) busca identificar las necesidades de las tierras de cultivo con la ubicación exacta de cada una de ellas.

El 34% del suelo de conservación del Distrito Federal está ocupado por cultivos de nopal, maíz y avena, principalmente, el resto son bosques constantemente amenazados por el crecimiento de la mancha urbana.

Rosa Márquez, secretaria de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec) señaló que “la invasión de zonas protegidas disminuyó a partir del decreto del Bando Dos, programa que impide construir en 12 delegaciones”, sin embargo, “hay gente que aún intenta hacer sus casas en estos lugares”. Aunque esta actividad es monitoreada por la Sederec, la Secretaría de Medio Ambiente y la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial a través de georreferenciación de los cultivos y suelo de conserva.

Esta medida sirve para identificar asentamientos irregulares “y poder tomar acciones para solucionarlo”, señaló.

Pero también, para monitorear las zonas de cultivo, las especies que se siembran y el potencial que tienen los terrenos, así como aquellas que pudieran ser susceptibles de algún siniestro como incendios o tala. La oficina estatal de Información para el Desarrollo Rural Sustentable del Distrito Federal (OeidrusDF) toma fotografías aéreas para las investigaciones y estadísticas que realiza con la Sederec respecto al campo del DF.

En ellas, determinó, según Eduardo González, encargado de OeidrusDF, que de las 87 mil 300 hectáreas que componen el suelo de conservación, 2 mil 500 de ellas están ocupadas por nopales; por maíz 4 mil 500 y 6 mil son sembradíos de avena.

Aunque también existen miles de hectáreas ocupadas por hortalizas y plantas ornamentales, aún se desconoce su extensión total.

Con fotografías aéreas, la OeidrusDF busca identificar las zonas que requieren mayor apoyo y elaborar un programa conjunto con la Sederec para reactivar el campo.

“Con esta información es más fácil crear estrategias que permitan ayudar a los productores a hacer rentables sus cultivos y sus tierras”, señaló Eduardo González.

La inversión para el mapeo fue de 500 mil pesos para la compra de la cámara fotográfica y a través de acuerdos de cooperación la OeidrusDF logra reducir los costos de renta del helicóptero. Una vez identificadas las tierras se realiza un padrón de productores con visitas en el lugar para asegurar la regularización de los predios y evitar invasiones, además de que estas personas se convierten en candidatas para programas de apoyos.

Comentario:

Ojalá se reactivara el campo de todo el país para evitar la migración de la población campesina a Estados Unidos.