¿Y el voto negro?

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Cuando se habla del voto negro estando tan próxima la elección presidencial hay preguntas que emergen de manera inevitable en las mesas familiares y las discusiones en foros y conferencias: ¿Estados Unidos ha logrado superar el tema racial? ¿Los estadounidenses están preparados para elegir a un presidente negro? ¿Qué tan racista es aún la sociedad?

La mayoría de las respuestas públicas a esas preguntas son en sentido positivo: el país logró superar las divisiones raciales, la mayoría está preparada para votar por un candidato y sus ideas y no por el color de su piel; se cita que los tiempos son distintos y se refieren incluso algunos hechos apoyados por porcentajes y estadísticas: en los últimos tiempos se incrementó de manera importante el número de negros electos que contendían con candidatos blancos y hay indicios irrefutables de que el llamado efecto Bradley —como se conoce a la tendencia de los votantes blancos encuestados a no responder con la verdad cuando se les pregunta si votarán por un afroestadounidense— ha disminuido de manera constante en las últimas décadas.

Pero si todos esos argumentos son sólidos y los estadounidenses están seguros de que así es ¿por qué las mismas preguntas continúan surgiendo de manera interminable?

Una tarde de octubre, cuando faltaban seis días para la elección del 4 de noviembre, un hombre preguntó en una conferencia a la que- asistían líderes políticos y miembros de distintas instituciones políticas si era posible calcular en qué medida los resultados anticipados de la elección presidencial podrían ser afectados por votantes blancos que, habiendo anunciado que votarían por Barack Obama, terminaran votando en contra de él.

“Yo era parte del equipo del alcalde hace veintiséis años y puedo garantizar que el efecto Bradley en esta elección no será de diez puntos y probablemente tampoco sea de cero, pero es más probable que se ubique más cerca de cero y sea de sólo uno o dos puntos”, dijo Joe Trippi, quien fuera jefe de la campaña del demócrata Howard Dean en 2004.

Es probable que el 4 de julio una cantidad inusitada de votantes —algunos han citado más de 125 millones— asistan a votar y algunos segmentos de votantes, como el de los negros que representa 12% del electorado, lo harán en números cercanos al 100%.

Pero también es cierto que en medio de un clima de gran entusiasmo electoral, prevalecen temores y suspicacias de los estadounidenses o de un segmento amplio de ellos sobre el tema racial, que continúa representando un factor importante de duda sobre el triunfo de Obama.

La noche del último debate una familia de estadounidenses blancos demócratas escuchaba las propuestas de Obama; asentían y aprobaban casi todo lo que el candidato decía. “Sin duda es brillante”, dijo uno de ellos antes de que varios advirtieran al mismo tiempo con un gesto de impotencia: “Sí, pero es negro”.


Comentario:

¿y el fenómeno CAMBIO? Me refiero a ¿que tan seguro estará la persona al momento de votar de que Obama realmente representa un cambio? o ¿McCain no representará un cambio mas radical? A final de cuentas dicen que es Maverick.