Europa sigue recuperándose.

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Las bolsas europeas se recuperaron ayer por segunda jornada consecutiva, con ascensos entre 1.1% y 5.4%, tras una negociación volátil en la que las petroleras y los bancos subieron con fuerza.

Al cierre, Londres ganó 5.41%, Fráncfort 1.12% y Madrid 2.99%. Los mercados de valores europeos comenzaron la jornada con fuertes ganancias gracias a los impulsos de los mercados asiáticos, pero las redujeron algo a mediodía. El nikkei de Tokio ganó 3.59% hasta 9.005,59 puntos.

Algunos operadores consideran que tras las fuertes caídas sufridas las últimas semanas ahora hay buenas oportunidades para comprar.

En la sesión de tarde, las subidas de Wall Street devolvieron el ánimo comprador a las plazas europeas en las horas que comparten negociación.

En Europa, las compañías de petróleo y gas lideraron las subidas con un ascenso de 8%, seguidas de las de materias primas con 6.9%. El sector bancario subió 2.8% y el asegurador lo hizo 4.2%. Sin embargo, los fabricantes automovilísticos y de componentes cayeron 9.76% por el desplome de Volkswagen.

El fabricante alemán sufrió la mayor caída bursátil desde 1989 por ventas a corto plazo de algunos inversionistas que temen que el precio caerá más una vez que Porsche tome el control de la empresa. Volkswagen perdió 22.6%.

Las bolsas europeas recibieron bien los resultados de la compañía tecnológica sueca Ericsson, que redujo su beneficio neto 54% en los nueve primeros meses del año.

Recuperan inversionistas confianza en ING.

Las acciones de ING subieron 29.24%, tras la inyección de capital del Estado holandés de 10 mil millones de euros (13 mil 400 millones de dólares), por lo que se recuperó del retroceso del viernes de 27%.

Ese fuerte aumento al cierre superó la caída de 27% del viernes, cuando se extendieron los rumores de que el banco necesitaba una inyección de capital para mantener su nivel competitivo.

ING es el primer banco holandés que recurre al fondo de 20 mil millones de euros que el Estado ha puesto a disposición de las entidades financieras para hacer frente a la crisis y al que solamente pueden acceder bancos con buen estado de salud. La prensa holandesa dejó entrever ayer que tras el apoyo estatal a ING otros bancos podrían llamar también a las puertas de las arcas públicas, pero Rabobank aseguró que por lo pronto no necesita esa ayuda.

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Europa se recupera y ¿Latinoamérica?