Caen bolsas asiáticas por temor a recesión; Tokio pierde 11%.

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Las bolsas asiáticas volvieron a desplomarse hoy en porcentajes incluso superiores a las caídas históricas de la semana pasada, en la estela del descalabro sufrido ayer por el mercado de Wall Street.

El Nikkei nipón perdió el 11.4%, el Kospi surcoreano el 9.44% y el Hang Seng honkonguense el 5.11%, porcentajes enormes pero últimamente casi habituales, que han empujado a los inversores a huir en estampida de los parqués.

Tras la desastrosa semana pasada, los dos últimos días de cotización habían dado un respiro a las bolsas asiáticas, en los que el Nikkei, por ejemplo, había recuperado parte del terreno perdido con una espectacular subida el martes del 14%.

Pero a pesar de que parecen relativamente superados los miedos por un posible colapso del sistema financiero internacional, el fantasma de la recesión de la economía real arrastró hoy a todos los índices asiáticos en porcentajes colosales.

El Nikkei nipón fue el selectivo peor parado, como últimamente ya es habitual en los recientes días negros de los mercados de Asia.

El más destacado índice nipón perdió hoy el 11.4% de su valor total, la segunda mayor caída en porcentaje de la historia del parqué tokiota.

Los 33 sectores de la Bolsa de Tokio cayeron, sobre todo las empresas del sector marítimo, minería y casas de valores, en una jornada que casi volatilizó las ganancias de mil 271 puntos acumuladas entre el martes y el miércoles.

En el desplome nipón tuvieron mucho que ver los malos datos macroeconómicos llegados de Estados Unidos, que presagian un horizonte oscuro para el sector exportador japonés, muy ligado a los movimientos del Nikkei.

En la misma línea influyó el encarecimiento del yen respecto al dólar, malas noticias para grandes empresas exportadoras como Toyota, que se dejó el 9%, o Canon, que perdió el 12%.

Pero, si el día fue malo en Japón, lo fue aún peor en Seúl por la situación de su divisa.

La salida masiva de capital extranjero del mercado de valores de Seúl ha imprimido una presión masiva sobre la moneda nacional, el won, que perdió hoy casi el 10% de su valor respecto al dólar.

Desde principios de año el won ha perdido más del 30% de su valor frente al dólar, un desplome que añade incertidumbre sobre la solvencia de la deuda pública surcoreana y que ha vuelto a despertar los fantasmas de la crisis de 1997 en Corea del Sur.

El Hang Seng honkonguense, que cierra más tarde que el Nikkei y constató que el día amanecía más apacible en los parqués europeos, recuperó a última hora gran parte del terreno que fue perdiendo durante el día, en cotas de hasta el 8%, y cerró con una caída del 5.11%.

En Shanghai las pérdidas fueron importantes, pero más leves que en otras bolsas de la región.

La debacle de Wall Street ayer arrastró a la Bolsa china pero las pérdidas fueron moderadas en el SSE Composite, que se dejó el 4.25%.

El parqué chino se detuvo cerca de los mil 900 puntos, muy lejos ya del límite de riesgo de los 2 mil puntos establecido por los analistas, que aún esperan una mayor caída en los próximos días, hasta los mil 800 enteros.

Tanto los inversores como los analistas esperan que la crisis financiera se refleje en los beneficios de las empresas chinas, con especial atención a los resultados en el sector bancario, uno de los más afectados.

En el Sudeste asiático la tónica fue la misma, pérdidas generalizadas de alrededor del 5% y pesimismo.

En Singapur, la Bolsa más relevante de la región, el índice Strait Times se dejó el 6.08%, en Filipinas las pérdidas fueron del 5.18% y en Australia la caída alcanzó al cierre un ominoso 6.66%.

Comentario:

No hay peor enemigo que la desconfianza y el nerviosismo y ambos continúan.