El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, negó haberle dicho a la secretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice, que el presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, tendría que abandonar su cargo, por el actual conflicto en la región separatista georgiana de Osetia del Sur.
Dijo que Rice interpretó de forma incorrecta nuestra conversación cuando intenta presentar las cosas de forma que, sin la salida de Saakashvili, sería imposible detener el conflicto en Osetia del Sur.
Según la agencia oficial rusa Itar-Tass el ministro de Exteriores hizo estas declaraciones al ser preguntado si en su conversación telefónica con Rice realmente había dicho que "Saakashvili debe marcharse", como afirman fuentes estadounidenses.
Si las tropas georgianas abandonan Osetia del Sur y entre Georgia y ésta se firma un acuerdo de renuncia al uso de la fuerza, la paz se restablecerá independientemente del destino personal de Saakashvili, manifestó Lavrov.
En alusión a Saakashvili, subrayó que Rusia no puede considerar socio suyo a la persona que ha ordenado cometer crímenes de guerra que causaron la muerte de miles de ciudadanos rusos, incluidos soldados de paz.
Esta declaración de Lvrov es difícil de creer, porque el presidente georgiano es parte fundamental del conflicto. Si permanece en el cargo, bajo un supuesto "arreglo" gracias a los bombardeos rusos, habría entonces que preguntarse ¿cuál sería el papel de Saakashvili de seguir en el cargo de presiente? ¿Presidente títere de Rusia?
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